Abusos frecuentes de los bancos, ¿cómo actuar ante ellos?

Los abusos bancarios pueden ser más frecuentes de lo que creemos, y además pasarnos desapercibidos si no tenemos claros nuestros derechos como clientes. Se trata de delitos o estafas que cometen entidades bancarias y financieras para beneficiar a la empresa y evitar pérdidas, o responsabilidades.

También pueden cometerlos empleados y cargos directivos específicos que quieran obtener algún tipo de beneficio ofertando productos fraudulentos o que deciden no intervenir en cuestiones injustas para sus clientes, o no hacerlo en beneficio de los mismos. De este modo, podemos encontrar cláusulas que no responden a buenas prácticas, comisiones excesivas, oferta de un producto que no conviene al cliente o especulaciones con la propia deuda del banco, entre otras muchas formas de abuso financiero.

Cuando sufrimos un abuso de estas características es probable que en primera instancia simplemente nos sintamos molestos por una condición que nos parece injusta, pero que no sabemos con certeza si lo es. En este momento, recurrir a un despacho de abogados especialistas como el despacho online Voy a Defenderte puede, para empezar, solventar nuestras dudas.

Hay ocasiones en las que los bancos aceptan las reclamaciones de los propios clientes, pero hay procesos de subsanación de estos engaños que pueden ser arduos y confusos, de forma voluntaria o involuntaria, de tal manera que contar con el respaldo de un abogado/a profesionalizado en este tipo de conflictos puede ser la mejor forma de solucionar con garantías, seguridad y rapidez la situación que podamos padecer como clientes a los que se les ha estafado.

La realidad es que en los últimos 10 años se han devuelto más de 21 millones de euros a cerca de 150.000 clientes. Pero el Banco de España recibió hasta 220.000 denuncias durante este período de tiempo. En la mayor parte de los casos, los fraudes financieros afectan al cliente en una media de 250€ al año, que en ocasiones son devueltos por las entidades tras la reclamación del cliente.

Sin embargo, tenemos que tener en cuenta que estamos hablando de actividades que los bancos realizan como parte de su sistema de funcionamiento, que pueden ser delictivas, y que han dejado cifras abismales en España. Las entidades bancarias ya admitieron que se produjeron abusos financieros por valor de 3.000 millones de euros a más de 500.000 familias.

Abusos de hipotecas

Las hipotecas son clasificadas como los productos financieros que más reclamaciones recogen desde hace una década, aunque las cifras disminuyen entre los últimos 5 años.

En el caso de las cláusulas abusivas en nuestras hipotecas son protagonistas las llamadas “cláusula suelo”. Mediante éstas, los bancos garantizan ingresos a costa del usuario, porque se trata de una cláusula que limita la bajada de los tipos de interés en los préstamos de las hipotecas, pero con un tope tan alto que en ningún caso llega a hacerse efectivo.

Abusos en cuentas

El cobro de comisiones por los servicios de los bancos es ya una de las actividades que conforman la estructura de negocio en el ámbito bancario en España. En 2020 se recibieron 2.134 reclamaciones a este respecto. Muchas veces no sabemos distinguir entre una comisión habitual por servicio y una práctica abusiva. Se trata de problemas que es necesario analizar individualmente, por la libertad que tienen los bancos de poner las comisiones de sus servicios.

Sin embargo, ha habido casos en los que parlamentos autonómicos han solicitado a los gobiernos que se impidiera, por ejemplo, comisiones a personas con pocos ingresos.

Abusos en productos

Productos como las tarjetas “revolving” suponen un peligro para sus usuarios, porque hablamos de una facilidad para obtener crédito que es igual a la facilidad que tiene de producir deuda al consumidor.

Otro de los casos son los Pagarés que consisten en una promesa del banco de pago a futuro tras una inversión, pero estos documentos no tienen el respaldo de un fondo de garantía, por lo que si la entidad quiebra nadie devolverá la inversión al cliente.