Una de las situaciones más incómodas para cualquier conductor es cuando su coche sufre algún golpe, y más aún si este deja una abolladura en el vehículo. En golpes en donde la pintura no ha sido afectada y no se requiere pintar toda la pieza, sacar el golpe puede no significar un problema mayor. Cuando se utiliza pegamento para poder eliminar la abolladura, hay dos opciones que son el pegamento caliente y el pegamento frío, pero ¿Cuál es el más ideal para utilizar? Los expertos de RSPAutomoción pueden ofrecer una respuesta que aclare las dudas de los usuarios.
Retirar abolladuras con pegamento caliente
Los pegamentos, ya sea caliente o frío, son utilizados por técnicos varilleros para colocar sobre la abolladura y con herramientas especiales halar hasta conseguir que el metal vuelva a su forma normal, o de fábrica sin que sufra daños en el proceso. Estos son una muy buena opción cuando el uso de varillas no es viable.
El pegamento caliente consiste en unas barras de siliconas especializadas que se calientan en una pistola especial y se pueden utilizar con ventosas PDR o pegándose directamente sobre la abolladura. Para esta técnica, hay que esperar que se enfríe y se endurezca para luego extraer la deformación. La desventaja de este tipo de pegamentos es que, por lo general, es un proceso que lleva más tiempo, dado que hay que esperar lo suficiente para que se adhiera a la zona. Además, sus altas temperaturas para el pegado puede ser un factor en contra, para algunos materiales o tipos de pintura en vehículos.
Pegamento frío de RSPAutomoción
Por otro lado, el pegamento frío utiliza una tecnología diferente, que al mismo tiempo ofrece muy buenas posibilidades, especialmente para la eliminación de abolladuras graves. Este es un tipo de adhesivo que se utiliza con un martillo inverso deslizante, y que es capaz de sacar golpes tanto en paneles de aluminio, como de acero. Este tipo de pegamento no solo mejora los tiempos de trabajo del técnico, sino que además aumenta su eficiencia y reduce considerablemente los riesgos de daño a la pintura. Para utilizarlo, solo basta con calentarlo un poco con un secador o pistola de calor, o incluso con amasarlo con las manos hasta que se vuelva blando será suficiente. Después solo hay que colocar sobre la abolladura, pegar el martillo sobre él y tirar lo suficiente hasta sacar el golpe.
La conclusión es que entre el pegamento frío y el pegamento caliente, el primero le lleva mucha ventaja y es más efectivo. Este ya se encuentra disponible en RSPAutomoción, en donde se puede adquirir a un excelente precio. Cabe resaltar que aunque ambos procedimientos pueden ser realizados por particulares, lo mejor es acudir a expertos profesionales y con experiencia, como los de esta compañía.