La tarifa plana para autónomos se puso en marcha en 2013. En un principio estaba pensada para ser algo temporal, pero ocho años después sigue de plena actualidad. A pesar de ello, siempre ha habido voces (incluso entre los propios autónomos) que señalan que no es verdaderamente útil.
Con la próxima llegada de la cotización basada en ingresos reales, la supervivencia de esta ayuda destinada a nuevos emprendedores está en entredicho y no falta quien afirma que es hora de que desaparezca. Esto nos lleva a la necesidad de analizar si de verdad este sistema seguirá siendo útil en el futuro y si de verdad ha cumplido con su objetivo.
La tarifa plana para autónomos y el nuevo sistema de cotización
La propuesta del Ministerio de la Seguridad Social es que los autónomos comiencen a cotizar en base a sus ingresos reales. Aunque su propuesta no ha sido bien recibida y todavía queda mucho camino por recorrer en la negociación, parece claro que un cambio en las cotizaciones dejaría sin demasiada utilidad a la tarifa plana.
Porque con una cotización basada exclusivamente en los ingresos reales del autónomo el nuevo profesional pagaría en función de lo que ganara. Esto quiere decir que habría quién esté en disposición de pagar más, y también que algunos autónomos que acaben de empezar pagarían una cantidad tan ajustada que no sería necesario contar ya con una tarifa plana de aplicación temporal.
Sin embargo, la propuesta que presentó hace unas semanas el Ministerio de la Seguridad Social (ya retirada debido a las presiones del colectivo autónomo) no preveía demasiadas mejoras a corto plazo para los autónomos con menos ingresos. De ahí que muchos defiendan la necesidad de que la tarifa plana se siga manteniendo.
