Sin alternativa horaria, las pymes vigilan el consumo fantasma de la luz

El horario comercial y el laboral tradicional (de oficina) casan mal con los tramos llanos y valle, esos en los que ya es más barata la electricidad. El nuevo recibo de la luz coloca en una situación de desventaja a pymes, autónomos y teletrabajadores, con poco margen de maniobra a la hora desplazar consumos de unas franjas a otras. Ante la imposibilidad de acoplarse a las indicaciones del nuevo reloj energético, tendrán que revisar con lupa otras formas de ahorro como el consumo fantasma.

Al margen de quebraderos de cabeza para la pequeña y mediana empresa, el nuevo sistema de tarifas de la electricidad va a abrir un interesante nicho de mercado para startups, comercializadoras y empresas energéticas que ofrecerán análisis y asesoramiento a partir de las curvas de consumo, para ofrecer medidas correctivas dirigidas a conseguir una gestión eficiente. Este tipo de estudios personalizados, poco comunes en España hasta la fecha, verán aumentar su demanda.

Pedir asesoramiento puede ser la primera decisión práctica de calado para identificar y gestionar el latente y silente consumo fantasma, ese generado por los aparatos apagados pero enchufados a la red. En este contexto, los dispositivos IoT (Internet of Things) que programan electrodomésticos y aparatos electrónicos en las franjas en las que resulta más barato ponerlos en marcha o las apps que ayudan a controlar el gasto ofrecen soluciones concretas.

Por un lado, es fundamental acogerse a las franjas de consumo energético más barato por otro lado, la tecnología será una herramienta clave para poder conseguir el objetivo de ahorrar. “Los dispositivos domóticos que recogen información específica a través de enchufes sobre un aparato en cuestión o aquellos acoplados al cuadro eléctrico que leen la cantidad de corriente que pasa por un circuito”, son sólo dos de los ejemplos que cita Moisés Martínez, responsable de Inteligencia Artificial (IA) en Paradigma Digital, de las aplicaciones tecnológicas en este campo.

CONSUMO FANTASMA EN LAS PYMES

Sin una alternativa horaria en la mayoría de los casos, muchas empresas, no pueden desplazar sus consumos energéticos aunque quiera. En sectores como la hostelería, el comercio, la administración y gestión o la atención al público, resulta imposible disciplinarse para cumplir los nuevos hábitos a los que invita el nuevo recibo de la luz.

Por eso, y “aunque las pymes no suelen tener un consumo fantasma” señala Martínez, se ven obligadas a observar con lupa todas sus conexiones. Los consumos fantasma no se dan en muchos sectores, o al menos no en aquellos en los que “los elementos que tienen en ‘stand by’ los suelen tener en uso la mayoría del tiempo, por lo que su coste no es fantasma, es un coste por consumo”, explica el representante de la empresa Paradigma Digital.

Hablamos por ejemplo de la hostelería o alimentación (repostería o panadería), sectores en los que es poco común el consumo fantasma.

Sin embargo, en otros sectores (oficinas y determinados establecimientos abiertos al público) sí sería interesante revisar todas las posibilidades de ahorro, incluido el posible consumo fantasma.

USO INEFICIENTE DE ELECTRODOMÉSTICOS

Independientemente de si se trata de usos domésticos o empresariales, siempre resulta interesante un análisis técnico que permita analizar el perfil de consumo. “Hablamos de tener una foto fija del tipo de la energía que se demanda al día y desde qué tipo de electrodomésticos” que, por lo general, se obtiene “a través de una aplicación que nos permita recoger datos reales mediante dispositivos específicos o mediante datos que la propia empresa introduzca en unos cuestionarios”, apunta Martínez.

Una vez se dispone de esa foto del funcionamiento energético de las instalaciones, se pueden determinar “medidas correctivas” que no se pueden conocer a priori, sin un estudio.  El problema es que en España, “no hay muchas pymes que tengan un análisis de uso energético”, en cambio, “si existen más análisis orientados al sector industrial”.

AHORRO, EMPRESAS DE NICHO Y AUTOCONSUMO

Determinar el ahorro que puede suponer el nuevo recibo de la luz, o al menos cifrarlo, es “complicado”, afirma Martínez, “depende del sector”, añade. «Una vivienda puede alcanzar un 15% de ahorro, pero esto acaba de cambiar, hasta hace dos días, el coste para el mercado regulado estaba definido por pequeñas regulaciones”, comenta.

Sin embargo, “a partir de ahora puede que haya empresas que no puedan reducir nada, porque desarrollen su actividad comercial en períodos punta, y que incluso tengan un mayor coste, por ejemplo, en el sector de la restauración, donde el mayor consumo se concentra en la franja horaria más cara y no puede dejar de hacer algo o desplazarlo a otra franja”, apunta Martínez.

Entramos así en una nueva forma de relacionarnos con la energía, en la que la mejor opción es tener un estudio pormenorizado que señale las alternativas. En cualquier caso, es probable que, “hasta dentro de unas semanas o incluso meses no podamos identificar con exactitud qué se puede hacer”, concluye Martínez.

En este sentido, “se abre una oportunidad para ciertas compañías, startups y empresas energéticas finales para asesorar sobre cómo gestionar el consumo energético, más allá de lo más común ahora, que es reducir la potencia”.

El responsable de IA de la empresa consultada por MERCA2 no descarta “evitar esos leds conectados que, aunque de bajo consumo, a la larga se podrían evitar”, si bien el ahorro energético se puede conseguir también desde otros puntos de vista, con otras acciones como «cambiar electrodomésticos antiguos por otros más eficientes o programar los aparatos».

Otra de las previsibles consecuencias del nuevo recibo de la luz será un impulso del autoconsumo fotovoltaico, sobre todo de compañías que instalarán placas solares en sus instalaciones para reducir la dependencia externa de la red principal.

María Castañeda
María Castañeda
Redactora de MERCA2 de empresas y economía; especializada en energía, sostenibilidad y turismo.