Las deudas con la Administración son un auténtico dolor de cabeza para los autónomos. No es solo que haya que preocuparse de pagarlas es que, además, su existencia pude suponer un problema a la hora de acceder a prestaciones, a ayudas públicas, e incluso a la pensión de jubilación.
En un momento como el actual, en el que la falta de liquidez se ha convertido en un problema muy importante para todo aquel que tiene un negocio, se vuelve imprescindible buscar alternativas para dar un respiro a los autónomos. Por eso, se han tomado medidas para establecer nuevos aplazamientos de deudas contraídas con Administraciones Públicas.
5¿Es buena idea acogerse a esta medida?
El aplazamiento de deudas con la Administración es una buena solución para quienes tienen problemas de liquidez, pero no es algo a lo que haya que acogerse ante la más mínima dificultad. Porque una deuda aplazada es precisamente eso, no es una deuda extinguida, es algo que habrá que pagar en un momento posterior.
Si el autónomo tiene dudas sobre la viabilidad de su negocio y no cree que pueda mantener el mismo durante mucho más tiempo, no es una buena idea pedir un aplazamiento de la deuda, porque puede ocurrir que cuando llegue el momento de pagarla ya ni siquiera tenga su negocio abierto. En un caso así conviene buscar otras alternativas para obtener liquidez e intentar liquidar la deuda lo antes posible.
Por otro lado, tampoco es aconsejable aplazar demasiadas deudas. Tarde o temprano va a haber que abonarlas y, si la cuantía es alta, se puede acabar generando un problema de liquidez de cara al futuro.
La clave está en hacer muy bien las cuentas y ser realista. Solo así se puede tomar la mejor decisión ante una opción como esta.
