Estos últimos días oímos hablar cada vez con más frecuencia de rebrotes, y por si la sola idea de que el virus se vuelva a extender no fuera ya suficiente, la amenaza de confinamiento, aunque sean confinamientos localizados, es cada vez más real en muchas regiones. Esta situación no es agradable para nadie, pero mucho menos para los autónomos.
2020 está siendo para empresarios y autónomos un año para olvidar, y muchos de ellos ya lo dan por totalmente perdido a nivel económico. No obstante, la mayoría intentan subsistir como pueden manteniendo su actividad e incluso el volumen de empleados que tenían antes de que todo esto ocurriera.
3Aumentan los niveles de morosidad
Si los autónomos están ganando menos no se debe solo a una caída en las ventas o en la contratación de servicios, muchos de ellos se están viendo afectados por la morosidad de sus clientes. En la actualidad 1 de cada 3 autónomos tiene alguna factura pendiente que todavía no ha cobrado, y la mayoría de ellas corresponden a bienes o servicios proporcionados a empresas privadas que, a su vez, también están esperando cobrar de sus clientes.
Los largos plazos de pago que se aplican en España siempre han sido un problema para los profesionales por cuenta propia, y ahora más que nunca. Aunque la legislación dice que las facturas deben abonarse en 30 días, con la crisis del coronavirus muchas empresas están volviendo a aplicar el pago a 60 días, lo que afecta directamente a la rentabilidad de los autónomos.
