Algo tan cotidiano como tomar una ducha, lo cual llevas haciendo toda la vida, y ahora descubres que lo estabas haciendo mal. Lo cierto es que son errores en los que uno no se para a pensar, ya que en mente solo tiene mojarse, enjabonarse, aclararse y secarse, fin de la ducha.
Pues resulta que una tarea tan sencilla, no la has estado haciendo bien, y eso es lo que venimos a mostrarte a continuación. Presta mucha atención a lo que te mostramos, pues seguramente cometer más de dos errores de los cinco que os especificamos en las siguientes líneas.
Tomar una ducha todos los días
Seguramente pensabas que esto era lo más normal e higiénico del mundo, y seguro que te has burlado de algún amigo que manifiesta no tomar una ducha cada día, pero lo cierto es que ese precisamente está haciendo lo correcto.
A menos que vivas en una zona de calor y humedad, o incluso que practiques deporte a diario, no necesitas ducharte todos los días de la semana. Probablemente no lo sabías, pero lo cierto es que el agua es un agente irritante, por lo que no le hace demasiado bien a tu piel, ya que la reseca y deshidrata.
Suena algo imposible, pero si te duchas todos los días, y vives en un sitio frío o no haces actividad física, lo único que estás consiguiendo es no cuidar tu piel. Y es que esta no tendrá la posibilidad de crear la barrera protectora natural. Por lo tanto, y según los expertos, lo mejor sería ducharse un día sí y un día no. Como te decíamos, esto es en caso de que no vivas en una zona de calor y humedad o que practiques deporte diariamente.
