La patata es esa verdura que nos engaña a todos, nos dicen que para perder peso hay que comer verduras, pero la patata se queda fuera del nuevo plan de alimentación. Pero llega el día de la comida libre y quieres darte un capricho, pero sin pasarte demasiado, y es aquí donde entran las patatas paja.
Estas las puedes encontrar en cualquier supermercado por precios muy bajos, pero hay que reconocer que llevan una barbaridad de azúcar, grasa y demás que no te va a venir nada bien. Si quieres darte un capricho que sea más bien sano, nada como aprender a hacer unas buenas patatas paja al horno. De esta forma sabrás con total seguridad qué lleva lo que estás comiendo, y ahorrándote una gran cantidad de calorías innecesarias que no podrás quemar en una sola sesión de entrenamiento. A continuación, te dejamos con el paso a paso de esta receta.
Preparación al horno
Lo más probable es que ni siquiera necesites salir de casa para comprar lo que necesitas. Si no tienes una patata grande, puedes usar 2 o 3 pequeñas. Lo primero que debes hacer es pelar la patata y cortarla en finas láminas. Para un mejor resultado, puedes ayudarte con una mandolina o un laminador. Hecho esto, toca cortar en finos bastoncitos.
Cuando tengas todas las patatas lavadas y cortadas, ponlas en un bol y echa agua hasta que las cubra y el vinagre. Déjalas reposando en este bol durante diez minutos, de forma que suelten todo el almidón. Mientras pasa el tiempo, pon el horno a precalentar a 220 grados. Pasados los diez minutos, escurre muy bien las patatas y sécalas a conciencia ayudándote de un paño o papel absorbente. Pásalas a un nuevo bol y añade la cucharada de aceite de oliva para removerlas con tus manos y que quede el aceite bien esparcido.
Prepara la bandeja de horno cubriéndola con papel especial para esta y esparce encima las patatas, lo más separadas que puedas para que consigas unas ricas patatas paja. Ahora deja hornear durante veinte minutos. Cuando hayan pasado los primeros diez abre la puerta del horno, ten cuidado con el vapor que saldrá al principio, y mueve las patatas un poco para que no se queden pegadas entre sí. Finalizados los veinte minutos es momento de sacarlas del horno y dejarlas enfriar a temperatura ambiente.
