Arranca la presentación de resultados del tercer trimestre del año. Bankinter hará los honores, pues rendirá cuentas al mercado este mismo jueves 22 de octubre. La próxima semana será el turno de Liberbank (lunes 26 de octubre), Banco Santander (martes 27) y Bankia (miércoles 28). El plato fuerte llegará el viernes 30, ese día comparten cartel BBVA, Sabadell y CaixaBank. Por su parte, Unicaja esperará al próximo 3 de noviembre.
Las perspectivas no son buenas, Bloomberg espera que el conjunto de la banca española reduzca en un 53% sus beneficios para este periodo del año. Los banqueros no quisieron dar demasiadas pistas en el encuentro de este lunes organizado por Expansión y KPMG, y se limitaron a repetir que la actividad bancaria en julio, agosto y septiembre ha estado “ligeramente por debajo de la normalidad”.
Según explicaban, tras la brusca caída del crédito y el consumo en el inicio de la pandemia, a partir de junio llegó una fuerte recuperación. Mientras que este último trimestre ha sido más estable. Miran con mucha más preocupación 2021, donde entienden que la morosidad será la gran protagonista. A su vez, las primeras filas de la banca española daban por hecho que tendrán que lidiar con tipos negativos hasta 2030 y por eso han dado los primeros pasos en el proceso de consolidación.
MENOS PROVISIONES
Según datos de la Asociación Española de Banca (AEB), de enero a junio, la banca española perdió 11.531 millones tras tener que provisionar 26.518 millones. La analista de Renta 4, Nuria Álvarez, entiende que esta vez habrá “menos provisiones” pero también “menos volumen” pues la estacionalidad del trimestre debería traducirse en una generación de ingresos más moderada respecto al segundo trimestre.
“Si bien es cierto, que el tercer trimestre se caracteriza por ser el trimestre más débil en términos de ingresos recurrentes, hay que tener en cuenta que la contribución positiva que tendrá la TLTRO III podría permitir que veamos un margen de intereses plano o creciendo en comparativa trimestral”, señala.
En cuanto a las comisiones netas, la analista espera que se mantenga el buen comportamiento tanto en el negocio de gestión de activos como en los productos de fuera de balance. Paralelamente, apunta a que la evolución de la cartera de crédito será “más moderada”. En el segundo trimestre, el crédito bruto creció un 1,4% de media en los bancos cotizados del Ibex si se analiza únicamente el negocio en España de Santander, BBVA y Sabadell.
Un comportamiento que se explicó en gran medida por el efecto del programa de avales ICO. De cara al tercer trimestre, la evolución del crédito “debería mostrar un crecimiento interanual más moderado, sin descartar caídas” en términos trimestrales como consecuencia de la estacionalidad típica del trimestre y la ausencia del factor de apoyo que supusieron los créditos ICO. En este sentido, “será importante el mensaje que den las entidades sobre la evolución de la demanda” apunta.
DESPEJANDO DUDAS
Aguirre comenta que estos resultados “deberían ayudar a despejar dudas” sobre un sector que sigue muy penalizado en Bolsa (de media, los bancos del Ibex caen un 50% en 2020) recogiendo ese entorno de tipos bajos con el que van a seguir mucho tiempo, y en consecuencia la dificultad para mejorar la rentabilidad del negocio.
A esto se le une una perspectiva de volúmenes “que se antoja bastante honesta de cara a 2021”. A pesar de un escenario negativo, en Renta 4 identifican catalizadores positivos de cara a los próximos meses que podrían animar a una recuperación de las cotizaciones y son las operaciones corporativas, que permitirán aflorar múltiplos superiores a los actuales y la vuelta al pago del dividendo a partir de enero (fecha marcada por parte del Banco Central Europeo).
EXPECTACIÓN
Gran parte de la expectación de los inversores se centrará en el importe destinado a la provisión de créditos impagados, factor fundamental en la valoración del riesgo del negocio bancario. “Ya vimos como algunas de las entidades estadounidenses, principalmente JPMorgan, sorprendieron al mercado con una cifra inusualmente pequeña de lo que los mercados esperaban”, comenta Joaquín Robles, analista de XTB.
Varias entidades españolas utilizaron el segundo trimestre para actualizar sus provisiones, y los inversores esperan que eso les permita mejorar sus resultados en este segundo tramo del año. Sin embargo, la banca continúa “ante un entorno hostil” para mejorar sus cuentas. La gran incertidumbre sobre las perspectivas económicas genera una menor actividad bancaria, mientras que la política de tipos cero del BCE mantiene los márgenes de interés muy bajos. Además, “las perspectivas a medio plazo son poco alentadoras, ya que se estima que cerca del 10% de los créditos ICO y las moratorias podrían no podrán devolverse”, añade.
En opinión de Robles, en estos momentos el pago de dividendo “no debería suponer un problema para la banca”. A pesar de que en ocasiones han utilizado este sistema para fidelizar al accionista, es más prudente ahora utilizar toda la liquidez posible para fortalecer los balances y seguir cumpliendo con los requerimientos de capital, concluye.