En ocasiones, nuestro cuerpo tiene reacciones que no llegamos a comprender por qué suceden, o cómo llegan a hacerlo. Como por ejemplo, cuando se nos pone la piel de gallina. Como todo, esto tiene una explicación lógica y estudiada, y la verdad, es que hay varias razones para que nuestro cuerpo llegue a ellas.
Al igual que tus dedos se arrugan cuando pasas mucho tiempo en el agua, nuestra piel y vello se erizan dependiendo de qué estímulos percibamos. Si alguna vez te lo has preguntado, pero no te has molestado en buscar la razón, ya que no cambiaría nada en tu vida, te vamos a dar la información detallada de cómo y por qué ocurre.
¿Y los escalofríos?
El escalofrío es otra reacción que tiene nuestro cuerpo cuando está expuesto a bajas temperaturas. Se asemeja con la piel de gallina en que también puede producirse por varios motivos, y también por estar expuesto tanto a altas como a bajas temperaturas. Los escalofríos pueden provocar síntomas muy comunes, como temblores y palidez, también otros como el castañeo de los dientes o que los labios adquieran un tono azulado.
Si una persona se encuentra es un escenario muy frío o su temperatura corporal supera los 39º, es cuando empiezan a surgir los escalofríos. También es muy habitual esta reacción en personas que estén infectadas de alguna enfermedad o en los pacientes con malaria. Es interesante saber que las personas que viven en Siberia, que es uno de los sitios más fríos del mundo, no es habitual que tengan la piel de gallina. Y esto es porque sus cuerpos se han adaptado a esas condiciones de bajas temperaturas.
