Miguel Ángel Revilla, en el Hormiguero: sus escándalos más sonados

Economista de formación, profesor y político, con varios libros en su haber -algunos presentados o firmados incluso en la gran Feria del Libro de Madrid-, ejercer hoy como presidente de Cantabria y secretario general del Partido Regionalista de Cantabria (PRC), que en las últimas elecciones nacionales del 10-N afianzó su propio diputado en el Congreso madrileño. Su carácter populista y su verbo fácil para la televisión, donde no se corta un pelo y cuenta todos los detalles de la vida política española (según su versión, por supuesto). El que fuera considerado como uno de los presidentes de Cantabria mejor valorados por sus ciudadanos, a base de promocionar los productos cántabros allá por donde va, visita hoy El Hormiguero 3.0 de Pablo Motos. A buen seguro dejará grandes titulares para la posteridad. Sin embargo, Miguel Ángel Revilla no está exento de grandes polémicas, especialmente ne lo que tiene que ver con las anchoas que tanto promociona.

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CONTRATOS FRACCIONADOS

En diversos momentos de su gestión al frente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla ha tenido que hacer frente a varios escándalos de contratos fraccionados para, supuestamente, camuflar gastos pagado con dinero público, ya sea destinado al propio partido regionalista o a los directivos de algunas áreas y empresas afines.

Se estima que entre 2003 y 2011, el Gobierno de Cantabria presidido por Revilla habría fraccionado contratos por un total de 10,5 millones de euros para gastos electorales de su partido. En 2018, la liebre saltaba en los ámbitos controlados por el PSOE, partido con el que gobierna en coalición. Más concretamente, con los altos cargos del Servicio Cántabro de Salud y la red de empresas a las que se le concedía contratos.