Jesús Candel, más conocido como Spiriman, vuelve a estar presente en los medios tras una pausa de varios meses. En los momentos más graves e inciertos del coronavirus, tuvo un gran protagonismo en las redes sociales por sus feroces críticas al gobierno y su defensa de la sanidad pública, expresándose siempre de forma directa y en muchas ocasiones con una impulsividad desmedida. Durante sus discursos en sus cuentas personales o en intervenciones televisivas, Candel se ha dejado llevar diciendo todo lo que pensaba, sin ningún tipo de filtro, lo que le ha costado varias condenas. Las opiniones hacia su persona son opuestas. Algunos dicen que es un hipócrita que quiere llamar la atención, otros opinan que ha sido el único capaz de hablar claro en plena crisis.
Y JESÚS CANDEL SE CONVIRTIÓ EN SPIRIMAN
Jesús Candel ya era conocido en su Granada natal y tomó su ‘alias’, emulando a cualquier superhéroe, del Spiribol, un deporte inventado pro su abuelo. También es el nombre con el que también bautizó a su ONG, una organización de ayuda a niños con problemas, donde se promueve la actividad física y en la que han colaborado personalidades como Sara Baras o Carles Puyol. Según cuenta Candel, se replanteó su profesión cuando en una ocasión haciendo un turno en Urgencias, estuvo a punto de perder a una paciente por falta de medios suficientes. Desde ese momento, ya como Spririman, se decidió a alzar la voz denunciando las graves consecuencias de los recortes en la Sanidad Pública.
