Cómo preparar un helado casero y apto para cualquier dieta

Comer un delicioso helado es algo que a todos nos encanta, es ese tipo de postre perfecto para deleitar el gusto en este verano. Pero contrario a lo que muchos piensan, los helados que venden en los supermercados están elaborados con muchos productos químicos que no traen cosas positivas para el organismo. El día de hoy te vamos enseñar varios trucos para que tú mismo hagas helado en casa. Es un momento ideal para que no pierdas la dieta, sabemos que es difícil salirse de esos regímenes alimenticios, pero siempre hay una solución para ello.

Una de las ventajas que tiene hacer helados caseros, es que los mismos van a estar preparados por frutas naturales y frescas, evidentemente esto va a permitir que los nutrientes de dichas frutas lo puedas aprovechar. Asimismo no van a tener gran cantidad de azúcar, de hecho, lo puedes preparar sin ningún edulcorante, y por si fuera poco no tendrán grasas. Todos estos componentes pasan a ser un asunto de gran interés para todas aquellas personas que siempre se preocupan por su bienestar, pero del mismo modo les encanta comer.

Porque para nadie es un secreto que cuando estamos en verano, y las temperaturas se vuelven insoportables lo primero que queremos es refrescar nuestro cuerpo con un rico helado. Pues bien, ahora es posible, y lo mejor de todo es que se adaptan a tus gustos. Sólo necesitas tener los ingredientes en casa, y manos a la obra. Tu dieta nunca se verá afectada.

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Helado de limón

Es uno de los favoritos de la gente por su poder refrescante, ya sabemos que el limón tiene buenos efectos para la salud, sirve para todo literalmente. Es el momento que aprendas a hacer un helado casero con esta fruta que le aporte algo bueno a tu dieta.

Ingredientes:

  • 1 taza de leche
  • 1 taza de zumo de limón
  • 1 yogur griego
  • 1 lata de leche condensada

Debes añadir los ingredientes a una batidora, empiezas por la leche y el zumo de limón, seguidamente la leche condensada y el yogur. Enciendes la batidora, y dejas procesar por varios minutos. Viertes en un envase y congelas. En una hora ya está listo para que te refresques con su mágico sabor.