El entorno en el que se mueven los autónomos no es fácil, y la cosa se complica todavía más si el profesional por cuenta propia es una persona con discapacidad. Aunque a nivel público existen algunas ayudas para este colectivo, con frecuencia hay que acudir al sector privado para encontrar medidas de apoyo.
La Fundación Universia se ha hecho muy popular en los últimos años por su apoyo a determinados colectivos, ayudando a estudiantes y emprendedores a salir adelante. A pesar de que 2020 no está siendo un año fácil para nadie, este año ha puesto en marcha una convocatoria de ayudas y becas para autónomos con discapacidad o que trabajan en este área.
Ayudas públicas para autónomos con discapacidad
Más allá de este tipo de ayudas que tienen carácter privado, también desde la Administración Pública sea adoptan medidas que pueden ayudar a este colectivo. Por ejemplo, en el caso de la tarifa plana, los autónomos que tengan una discapacidad reconocida que sea igual o superior al 33% tendrán una reducción del 50% sobre la cuota de autónomo que hayan elegido durante los cuatro años siguientes a agotar la tarifa plana.
Tratándose de desempleados con discapacidad que decidan establecerse como autónomos, la Seguridad Social prevé otras ayudas como una subvención para recibir asistencia técnica en la creación del negocio, subvenciones para formación en materia de gestión y dirección empresarial, y subvención financiera para la devolución de préstamos. Eso sí, para poder acceder a estas subvenciones el autónomo debe permanecer de alta en el RETA durante un mínimo de tres años.
La conjunción entre medidas públicas y medidas privadas de apoyo a autónomos con discapacidad está consiguiendo que cada vez sean más las personas que se animan a emprender y ser artífices de su propio futuro, sin tener que estar esperando a que una empresa les contrate. Así, muchos autónomos con discapacidad se convierten a su vez en empleadores que no tienen ningún problema a la hora de contratar a personas con o sin discapacidad.
