Nos guste o no, las mascarillas han llegado para quedarse. Según las autoridades sanitarias, al menos hasta octubre. Además se prevé que en otoño o invierno suframos otro rebrote, como las réplicas de un terremoto, y entonces tendremos que retomar las medidas de seguridad de manera muy estricta. Se trata de un elemento que supone un gasto extra al mes, por eso sería recomendable tratar nuestra mascarilla con todo el cuidado posible. Y con cariño, que nos está ayudando a salir de esta. Estos son algunos consejos muy útiles para que te dure más y tengas que gastar menos.
1NO PONÉRSELA DE BUFANDA O DE SOMBRERO
Lo hacemos con frecuencia, hay que reconocerlo, en momentos determinados. Al subir al coche, fumar, hacer algún esfuerzo físico como cargar la compra… Lo correcto es retirarla con cuidado y depositarla en una bolsa con cierre hermético para que se mantenga en buen estado. Como dice Marián García, más conocida como Boticaria García: «¿Tú antes te colgabas los clínex al cuello para usarlos más tarde? Si la respuesta es NO, ¿te parece ahora razonable colgarte una mascarilla llena de babas y potenciales patógenos para que vaya libre rozándose y enganchándose con lo primero que pille?» Por otra parte, al colocarnos mal la mascarilla hacemos que las gomas comiencen a darse de si, y que la mascarilla se quede floja, muy holgada y poco ajustada a la cara. Pero hay que saber cómo manipularla y desinfectarla correctamente. Y te lo contamos todo.
