Los niños llevan en cuarentena un mes y medio ya, y son ellos los que están viviendo un confinamiento más duro. Se trata de una situación que ha ido prorrogándose sobre la marcha en función de la evolución de la covid-19, y que se alargará, en principio, hasta mayo. En el decreto de cuarentena se contemplaron ciertas excepciones básicas, entre la cuales no se consideraron a los niños que, por otra parte, constituyen un vector de transmisión de la enfermedad. Sin embargo, tanto asociaciones, como madres y padres, han criticado la invisibilización de los más pequeños y la omisión de un debate enfocado a los derechos de la infancia, teniendo en cuenta a los niños como sujetos de derechos. La queja que más se ha expresado es el no reconocimiento, por parte de las autoridades, de que las salidas a la calle son una necesidad, tanto para los niños como para los padres, cuyos niveles de estrés en el confinamiento pueden ser especialmente elevados.
Algunas familias comentan que el encierro está comenzando a afectar a los niños y según los expertos, esta situación puede perjudicar algunos aspectos del neurodesarrollo, especialmente en la primera infancia, es decir hasta los siete años. Destacan por ejemplo, las relaciones sociales, el juego, el movimiento o el aprendizaje. También apuntan a un posible impacto en la salud psicológica de los menores a largo plazo, aunque reconocen que no hay evidencia científica de esto, por ser una situación completamente nueva. En algunos hogares, la ansiedad se retroalimenta entre niños y adultos, sobre todo teniendo en cuenta que muchos padres nunca habían pasado tanto tiempo con sus hijos, y de repente se sienten sobrepasados.
MARCHA ATRÁS DEL GOBIERNO Y REVISIÓN DE LAS NUEVAS MEDIDAS PARA LOS NIÑOS
En cualquier caso, a partir del 26 de abril las familias con hijos podrán disfrutar de un pequeño alivio, según el nuevo anuncio del Gobierno central. La decisión ha resultado problemática ya que inicialmente se había programado que los menores de 12 años pudiesen salir, acompañados de un adulto, a hacer los recados habituales, como las compras esenciales. Esto levantó un gran revuelo entre los ciudadanos. Por un lado, madres y padres, criticaban que esta medida no favorecía el bienestar de las familias, al no permitir la actividad física de los niños. Por otro lado, las quejas se enfocaban al riesgo que podría suponer para otras personas, el hecho de llevar a niños a espacios cerrados como un supermercado. Ante estas reacciones el Gobierno ha decidido rectificar fijando otras medidas más apropiadas: a partir del 26 de abril, los menores de 14 años podrán salir, acompañados de un adulto, a dar paseos al aire libre. Se trata de un alivio parcial en el que la prioridad sigue siendo avanzar en la lucha contra el coronavirus. Se cree que el riesgo de transmisión de los mejores tras más de cinco semanas aislados es muy bajo, sin embargo es crucial mantener escrupulosamente las medidas de higiene y seguridad para evitar retrocesos. Por eso, desde las autoridades se apela a la responsabilidad de los adultos para supervisar el comportamiento de los niños en la calle.
En cuanto al tiempo y la distancia permitidos durante esos paseos, es un asunto que está pendiente de regular y que se valorará durante estos días. El sábado 25 de abril la portavoz del Gobierno emitirá las instrucciones pertinentes para las salidas de los menores de 14 años. En cuanto a los adolescentes de 15 a 17 años, podrán seguir saliendo a hacer algunos recados, como han venido haciendo hasta ahora.