La vida nocturna y los vicios de Victoria Federica que enfadan a Felipe VI y a la infanta Elena

Si antes preocupaba su hermano, ahora Victoria Federica es una joven que empieza a llamar la atención con su actitud, nuevos looks y salidas nocturnas. Según fuentes consultadas, esto tendría preocupados al Rey Felipe VI como la Reina Letizia y a la Infanta Elena. Y no es para menos.

Vamos a comentar algo más sobre la vida nocturna y los vicios de Victoria Federica que podrían estar afectando a los reyes de España, y más que afectando enfadando. Si quieres saber un poco más sobra la sobrina del rey Felipe VI y lo que está haciendo ahora sigue leyendo.

Pero te anticipamos que pese a que muchas de las cosas son típicas de una joven de hoy en día, a la Casa Real no le está gustando nada.

2
Las fiestas de Victoria Federica

No les gusta ni las salidas nocturnas ni el noviazgo con Bárcenas, que hace que se vaya a diferentes discotecas de distintas ciudades españolas y extranjero, como Roma, llevándose con él a Victoria Federica.

Mucho se ha hablado de la gran fiesta que protagonizó la pareja en Halloween mientras él hacía de DJ. Concretamente en la discoteca Blackhaus, mítico Oh! Madrid y después Budha.

La sobrina del rey ha pasado en solo un año de no dar nada que hablar y llevar una vida muy discreta a la vida nocturna, novio que no gusta a los reyes y vicios. Sus padres y tío están preocupados por su transformación. Incluso Don Juan Carlos, que ya tiene bastante con las novedades de las últimas semanas en su vida.

Jaime de Marichalar y Doña Elena han dado muestras en su vida que la discreción es muy importante, pero sus hijos parecen ir por otro camino.

Don Felipe no quiere que su familia sea como la británica, llena de escándalos. Quiere tranquilidad y una buena imagen de la corona, que debería ser un ejemplo para toda la sociedad. Prefiere el secretismo que el sensacionalismo.

Por ello, ha decidido hablar con su hermana para que solucione eso. Hace poco hemos podido ver a Victoria Federica con amistades que no gustan nada a la corona, como el Pequeño Nicolás, no considerado como un ejemplo de buen hacer.