El Hormiguero vuelve rodeado de polémica: rompe la norma sanitaria

Tras una semana de parón, el conocidísimo formato de Atresmedia regresó este lunes a la parrilla para entretener a la audiencia, en un plató vacío de público y sin invitados. Pablo Motos estuvo acompañado solo por varios colaboradores y sus dos hormigas. Tampoco recibió a ningún famoso en el estudio en esta edición especial de El Hormiguero. Las entrevistas se hicieron (y se harán durante el tiempo en que dure esta situación) vía online usando Skype.

El programa contó con la participación del presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, con el que ocurrió algún que otro fallo técnico (no paraban de entrar llamadas al Skype del programa). También acompañó a Motos el artista Alejandro Sanz.

No podía faltar un alegato inicial con el que Pablo Motos intentaría dar ánimos a los españoles enclaustrados en sus hogares: «Esta angustia bajará y volveremos a ser felices”, afirmó el presentador. Motos le explicó al público desde sus televisores que era vital “centrarnos en el presente”. También pidió que no nos agobiásemos por lo que pueda deparar el futuro.

Junto a Motos y las hormigas, los colaboradores que compusieron la mesa presencial de El Hormiguero en plató fueron El Monaguillo, Marron y Luis Piedrahita. Aquí reside una de las curiosas características de este programa, y es que la distancia a la que estaban sentados difícilmente respetaba la normativa sanitaria de un metro y medio entre personas. Los colaboradores estaban sentados visiblemente cerca, mucho más de lo que lo están los que sacan adelante otros shows como Sálvame o Supervivientes.

Este detalle no ha pasado nada desapercibido, lo que le ha valido la polémica al regreso del show.

Quizá el nuevo ‘Hormiguero’ haya acabado siendo diferente de lo que algunos podrían haber imaginado. Aún acudieron a plató, por lo que no vimos a un Pablo Motos en casa.

ALEJANDRO SANZ, EN PIJAMA EN EL HORMIGUERO

En cuanto a Alejandro Sanz, el cantante sorprendió aceptando la llamada del programa en pijama: «Estaba un poco preocupado porque como me dijeron que Revilla iba a intervenir antes que yo y he aprovechado para ponerme el pijama», explicó. Motos bromeó sobre lo mucho que hablaba el político: «Tengo ahí un cronómetro y me ha costado, exactamente, 12 minutos despedirlo. Desde que le he dicho la primera vez que nos íbamos hasta que nos hemos ido ha pasado ese tiempo», indicó el presentador.

El artista explicó que la situación del coronavirus le pilló «de gira y, de vuelta para Madrid, pasé por Miami para ver a mis hijos, pero ya llevo una semana encerrado en mi casa».

El Hormiguero volvió a regalar dinero, con la casualidad de que fue a una sanitaria a la que le tocaron los 3.000€.