La reina Letizia y su exmarido, Alonso Guerrero, siguen siendo amigos. De hecho, Guerrero llegó a cenar en una ocasión con Letizia y el rey Felipe VI. Así lo ha contado Leonardo Faccio, el biógrafo de la reina que ha terminado de escribir el polémico libro ‘Letizia, la reina impaciente’, que verá la luz el próximo 20 de febrero.
Tras un trabajo exhaustivo de más de siete años, el autor ha conseguido obtener declaraciones de su padre, su abuela Menchu y su profesora de inglés, así como de su examante mexicano y de su exmarido, Alonso Guerrero. Entrevistado por Vanity Fair, Faccio reveló una circunstancia sorprendente para muchos: la relación actual entre la reina y su exmarido.
El biógrafo aclara que llegó hasta él a través del amigo de un amigo, y que tras escribirse mutuamente por email durante un tiempo, consiguió citarse con él en Alcalá de Henares. Durante más de cinco horas y posteriores conversaciones telefónicas, el biógrafo obtuvo información sobre el trato que mantiene a día de hoy la expareja.
Guerrero confesó algo poco conocido hasta el momento, y aun así se lo trasladó al autor con «mucha naturalidad». En concreto, el exmarido de Letizia Ortiz le contó a Faccio: «Me dijo que a veces se reúnen a charlar, a tomar un café y que incluso ha tenido una cena con ella y el rey«. Estas declaraciones sacan a la luz una relación no tan conocida hasta el momento, de mayor cercanía y cordialidad que la que algunos podrían haberse imaginado.
LETIZIA Y SU EXMARIDO CENARON CON EL REY
De esta forma, la reina mantiene la simpatía con Guerrero, conocida y respetada por el rey Felipe VI, como se puede intuir por esa cena a la que hace referencia el biógrafo. «Es una relación que ha durado tantos años que ha terminado derivando en una amistad» adelantó Faccio a Vanity Fair. Se trata de la primera vez que Guerrero habla con tal profundidad acerca de su relación con la reina, como señala este medio.
El autor también desveló en la entrevista más confesiones sobre el carácter de la reina, a quien describe sobretodo como contradictoria. No obstante, el biógrafo aclara que no ve estas contradicciones tanto como algo a criticar sino como algo entendible en una persona que adquiere una dimensión pública.
