Las claves del slow travel, o lo que es lo mismo, viajar lento

A todos nos gusta conocer nuevos lugares y viajar a destinos exóticos. Pero a veces las ganas por verlo todo nos hace que nos estresemos y que no disfrutemos las vacaciones. Contra eso está el placer del slow travel.

Las vacaciones están para relajarse, pasarlo bien, descansar y ver cosas nuevas, no para ver tanto que se nos olvide lo que visitamos, que pasemos más tiempo en el aeropuerto o en el viaje que en el destino o que acabemos más cansados que cuando estamos trabajando.

Por eso surgió el movimiento slow travel, para viajar con calma, sin estrés ni prisas, descubriendo playas, montes o ciudades. Estas son las claves de esta filosofía para turistas y viajeros empedernidos.

2
Ajusta el viaje al tiempo que dispones

Ajusta el viaje al tiempo que dispones

Si tienes una semana de vacaciones, no trates de visitar cinco ciudades porque al final, estarás más tiempo viajando que visitando las ciudades.

A la hora de planificar el viaje, trata de encontrar un destino viable para los días de los que dispones. No se trata de ir hasta Australia cuando solo tienes una semana libre.

Hay que disfrutar del avión y pensar el tiempo que lleva el desplazamiento hasta allí (vuelos, esperas en los aeropuertos, escalas…). Aunque el slow travel prima el viaje en tren, para disfrutar del paisaje o el coche, para parar en los pueblos que más nos gusten.