Los peligros del «Sexting» que practican los adolescentes y su relación con algunos trastornos mentales

Los smartphones hacen que los adolescentes tengan mucho más fácil el acceso al sexo. La curiosidad y el morbo provoca que entre ellos se manden mensajes y fotos subidas de tono, pero esta costumbre conocida como sexting, también entraña peligros. Una vez que envías una foto pierdes control sobre ella y no sabes dónde va a acabar.

Aparte de los riesgos tecnológicos que entraña el sexting, un estudio relaciona esta práctica con algunos trastornos mentales como la ansiedad y la depresión. Debemos estar alerta porque entre los adolescentes es muy habitual practicar el sexting y podría afectarles más de los que pensamos.

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La fragilidad de los adolescentes

La fragilidad de los adolescentes

Aunque el sexting es bastante común entre mayores y jóvenes, los adolescentes aún están en plena formación de su personalidad y carácter y son más frágiles ante un rechazo o ante la exposición de los demás. Ser cuestionado por las imágenes de su móvil podría llevarle a sufrir un trastorno de tipo ansioso-depresivo. 

Cuanto más joven sea, más dañinos pueden ser los riesgos asociados al sexting, ya que la madurez es menor. Es muy posible que el contenido enviado sea extendido a través de fallos técnicos, hackers, descuidos o reenvíos masivos del mensaje. Y con ese material pueden ser objeto de bullying, uno de los grandes peligros de la adolescencia.