Desde que España es una monarquía parlamentaria no se ha sentado ningún rey en el trono del Palacio Real, Letizia y Felipe no son excepción. En las estancias donde antaño se podía oír la algarabía de miles de miembros de la corte, hoy se oye el pasar de los turistas y el ir y venir de las 700 personas que trabajan en el edificio para mantenerlo.
Hoy en día, el palacio es más un reclamo turístico que un símbolo de la monarquía presente. El Salón del Trono ya no es el lugar donde el Rey puede alzar su mano por encima de las demás. En la actualidad, esta sala solo se usa para celebrar la Pascua Militar, para pronunciar el discurso del Rey ante cuerpo diplomático y para recibir a los invitados que acuden a una cena de gala.
[nextpage title= «1»]
4Un gran fresco corona el Salón del Trono
Giovanni Battista Tiepolo se encargó de dar vida al fresco de la bóveda en 1764. La obra pictórica glorifica desde las alturas la grandeza y el poder de la Monarquía Española. En el centro de la escena se encuentra el trono, custodiado por Minerva y Apolo. Aparecen también las personificaciones de la Justicia, la Abundancia, La Paz, el Arte de Gobernar y la Clemencia.
Estas representaciones metafóricas resaltan los dones y aptitudes que debe tener un monarca para gobernar con sabiduría y ecuanimidad. Para culminar el fresco, Robert Michel elaboró unos medallones de estuco. Al cerrar la cornisa y dar por finalizados los techos, incluyeron representaciones de los territorios de ultramar español, adscritos a la Corona, e imágenes de los reinos peninsulares.
[nextpage title= «5»]
