El día a día de Aldi se ha visto interrumpido por circunstancias imprevistas: la salida del presidente de la compañía en España, Christian Dibowski; y el reparto de la herencia que deja sin poder a la viuda de uno de los hijos de los fundadores. Circunstancia que afecta –de forma indirecta– a la cadena de supermercados en nuestro país donde crece con más ambición que nunca.
“Aldi confirma la salida del hasta ahora presidente de la compañía en España, Christian Dibowski, agradeciendo sus 16 años de dedicación a la empresa”, afirman fuentes de la compañía a MERCA2. Así, de forma temporal, Javier Crespo, director de Compras a nivel nacional, ocupará el cargo hasta la entrada de un nuevo presidente “cuya incorporación se hará pública en tiempo y forma”, señalan.
Este inesperado despido contrasta con los planes de crecimiento de la compañía. Aldi continúa su expansión en España con la apertura de cinco establecimientos en nuestro territorio en 2019: Sagrada Familia (Barcelona), Can Feu (Sabadell), Los Alcázares (Murcia), Gernika (Vizcaya) e Ibiza (Baleares). De esta forma, la compañía suma un total de 298 tiendas desde su llegada a España en 2002. Fuentes de la compañía declinan ofrecer datos sobre las previsiones.
Aldi –que no se encuentra entre los seis primeros grupos de distribución en España– tiene una alta tasa de compradores, según el director del sector de retail de Kantar Worldpanel, Florencio García. Su modelo discount –junto con el de Lidl– ha llegado a evolucionar tanto que cada vez cala más entre los consumidores españoles.
UNA HERENCIA QUE DIVIDE
Pero las pugnas familiares eclipsan el crecimiento de la compañía. El nuevo capítulo que protagoniza esta saga familiar tiene que ver con la herencia de Cäcilie Albrecht. Esta era la mujer Theodor Albrecht –fundador de Aldi junto a su hermano Karl, ya fallecidos los dos–. En su testamento, que ha salido ahora a la luz, expresó su deseo de dejar al margen de las decisiones de la empresa a su nuera Babette Albrecht (viuda de su hijo Berthold, fallecido en 2012) y a los cinco hijos. De hecho, las desavenencias entre ambas eran conocidas.
El motivo no es otro que el despilfarro que esta hacía de la fortuna familiar. Exhibiciones públicas, ferias de arte, fiestas de alto standing y un sinfín de derroche de lujo y poder que los medios alemanes no dudan en publicar. De hecho, dichos medios estiman que ha gastado hasta 100 millones de euros del patrimonio familiar. En su conjunto, el grupo Aldi tiene 38.800 millones de dólares (34.043 millones de euros) de patrimonio, según datos de Bloomberg.
Desde la muerte de su marido, Babette rompió con la tradición familiar de mantenerse alejados de los focos mediáticos y se ha dado a la buena vida. Babette llegó a pedir una asignación anual superior a los 25 millones de euros para ella y sus cinco hijos, además de participar en las decisiones estratégicas de Aldi Nord.
De esta filial dependen los establecimientos en España. Sus decisiones estratégicas se deben adoptar por unanimidad entre las tres fundaciones familiares que controlan la empresa. De ahí que el nuevo testamento ofrezca mayor estabilidad a pesar de abrir una nueva guerra familiar.
En 1945, los hermanos Albrecht se hicieron cargo del pequeño negocio de alimentación que su familia gestionaba desde el año 1913. Se expandieron con el concepto descuento como máxima. Generaciones después, las filiales independientes Aldi Nord y Aldi Süd están activas en 17 países de Europa, Norteamérica y Australia.
