¿Es Roures un agente doble del Gobierno?

Con el último contrato que ha logrado el holding que conforma Mediapro con el Gobierno de Rajoy, Jaume Roures no ha conseguido solo facturar 508.000 euros; el verdadero efecto de la adjudicación a Servicios Audiovisuales Overon de la transmisión en streaming y subida al satélite de las comparecencias de Moncloa es que Roures y su equipo saben con entre una semana y quince días de antelación la estrategia de comunicación del Gobierno. Algo normal con el proveedor de estos servicios al Ministerio de Presidencia, pero que llama la atención en el caso de un aparente activista del ‘procés’ independentista.

Jaume Roures, un empresario polifacético y exitoso, catalán, simpatizante de la izquierda radical, “padre putativo” mediático de Pablo Iglesias, mantiene sin embargo una fluida relación con Moncloa, como demuestran contratos como el del soporte técnico de las comparecencias de Rajoy, Soraya Sáenz de Santamaría y el ministro Portavoz, Íñigo Méndez de Vigo, y algún asunto más. ¿Por qué?

OVERON POR TODOS LADOS

Overon es el soporte técnico de servicios audiovisuales del Congreso de los Diputados, el Senado, Moncloa, al Audiencia Nacional e incluso la DGT, entre otros. Contratos logrados, todos, mediante concurso, generalmente con ofertas especialmente ventajosas económicamente. Algo incomprensible en el sector, que en algún contrato cree que difícilmente se llega para pagar al personal. Son además que tienen escasa complejidad técnica, lo que habría mucho más la manija de ofertas. Las económicas no son las únicas razones para pensar que Roures está favorecido por el Gobierno.

A la vez que las cámaras, técnicos y planificadores están al tanto de todos los movimientos previstos por las altas instituciones que controla el PP –con previsión, además–, las empresas del grupo de Jaume Roures han sido básicas en la formación de redes que han servido a los líderes de la Generalitat catalana para sus planes independentistas. Desde la red de Xarxa Overta, a varios contratos interesantes en TV3. El remate de todo esto fue el montaje de un centro internacional de prensa de manera gratuita (sí se cobraba a los medios que lo usaran) para dar cobertura al referéndum ilegal del 1-0 en Cataluña.

LAS REDES CATALANAS

En el caso de Xarxa Overta (Red Abierta) estamos hablando de una compañía fundada en 2010 para «la construcción y desarrollo de una banda ancha y basada en fibra óptica que permita conectar las sedes actuales y futuras que conforman la Generalitat de Cataluña y de todas las entidades u organismos dependientes o que se vinculen ubicados en todos los municipios de las comarcas del Baix Ebre, Montsia, Ribera d’Ebre y las sedes con infraestructura actual propia del CTTI (Centro de Telecomunicaciones y Tecnologías de la Información), así como habilitar un punto de presencia de fibra óptica municipal en cada uno de los municipios de la red». Es decir, montar la verdadera red informática de la Generalitat, con la correspondiente custodia de sus servidores. Un proyecto de ni más ni menos que representó un monto de 211 millones de euros, según informó Francisco Mercado en el diario Estrella Digital. El contrato lo ganó en 2010 la UTE formada por Axia e Imagina, del grupo Mediapro.

La ligazón de Mediapro con TV3 es más que una leyenda. Según publicó Eldiario.es en su momento, los contratos de la productora de Roures con el controvertido canal autonómico catalán superaron los 22 millones de euros.

Pero no queda ahí la vinculación de Roures con el ‘procés’, al margen de las sospechas policiales –y aún no demostradas– de su ligazón con la dirección ejecutiva del mismo. También fue Mediapro la productora del filme documental de Assange –un activista desatado en la cuestión catalana– con el ex juez Baltasar Garzón, “El juez y el rebelde”. Roures fue además el anfitrión de la cena entre Oriol Junqueras y Pablo Iglesias.

EL CONSEJO DE MINISTROS TRATA BIEN A ROURES

¿Ha convertido eso a Jaume Roures en un enemigo del Gobierno de Mariano Rajoy? Más bien parece lo contrario. La oposición a los intereses de Roures en el seno del Ejecutivo de Mariano Rajoy le podrían haber costado hasta la cabeza a algún ministro.

Se trata de intereses legítimos e incluso concomitantes con otros grupos editoriales, como los que acabaron dando la luz verde a la fusión entre Antena 3 y La Sexta. Pese a las objeciones de la Comisión Nacional de la Competencia (CNC). O intereses en las adjudicaciones de las nuevas licencias de TDT, que se dieron en Consejo de Ministros con la oposición del ministro del ramo, el accidentado (por unos papeles traídos de Panamá) José Manuel Soria.

Aparentemente, los medios controlados editorialmente por Jaume Roures son altamente beligerantes con el Gobierno. La Sexta y Público son dos ejemplos de belicosidad con el PP casi sin cuartel. Y de apoyo a Podemos, que ha tenido durante años casi barra libre en ambas tribunas. Pero, lejos de resentirse los negocios de Jaume Roures, estos siguen avanzando viento en popa. O el PP es poco eficaz en sus venganzas, o es que Roures no es el enemigo.

FÚTBOL Y MILLONES; TELEFÓNICA PAGA LA FIESTA

Quizás el buque insignia de los negocios de Roures sea el fútbol televisado. En diciembre de 2015, cuando se subastaban los derechos de emisión de fútbol en la Liga de Fútbol Profesional, el mercado se rompió con una apuesta exorbitada según el parecer del resto de concurrentes. Bein Sports (participada al 50% por Roures y Al Jazzera) ofertaba 1.900 millones anuales por un paquete semanal de ocho partidos de Liga en tercera elección. O sea, la miga del fútbol al margen del “partidazo”, en manos de Telefónica. Pero Mediapro vio en pocas semanas rentabilizada su inversión. Telefónica, pagaría 2.400 millones al año y recompraría sus derechos para poder emitir fútbol desde Movistar +.

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La inversión es poco o nada rentable para Telefónica, ya que según diversas fuentes las inversiones en derechos de fútbol televisado suponen un agujero de unos 400 millones anuales, que desde la compañía se limitan a 160, ni más ni menos. Un agujero que desde algunos ámbitos se justifica dentro de la estrategia de la compañía telefónica de tener una oferta compacta de cara a la venta de sus paquetes de “Fusión”. Otras voces apuntan a otro lado.

SORAYA Y LOS MEDIOS

Estas voces hablan de la influencia de Soraya Sáenz de Santamaría en Telefónica, en la que trabaja su marido en puestos directivos, loque ha motivado su ausencia en varias decisiones del Consejo de Ministros para evitar la colisión de intereses. La vicepresidencia del Gobierno ha tenido históricamente un enorme peso en la dirección de la política comunicativa del Gobierno. No solo por la portavocía –que ha tenido tanto Sáenz de Santamaría como en su día Teresa Fernández de la Vega–, sino por la dirección y tutela de la supervivencia de las empresas informativas en tiempos procelosos tras los embates de la crisis.

Más aún, Telefónica, con su ingente capacidad económica y tecnológica, ha sido un importante apoyo en diferentes labores del Gobierno. Alguna de ellas “tapadas”, según eufemismo que utiliza un miembro de la inteligencia española. Hasta tal punto, que la defensa de Telefónica y su seguridad se ha convertido casi en asunto de Estado en diferentes ámbitos del Centro Nacional de Inteligencia.

¿QUIÉN PAGARÁ ESTA VEZ LA FIESTA?

Los derechos de emisión de fútbol se vuelven a subastar en unas fechas, y los aspirantes a la cara mano de la ‘prima donna’ de las ofertas de televisión de pago empiezan a circular que el precio es excesivo para el exiguo mercado español. No cabe duda a nadie de que entre Tebas, presidente de la Liga, y Roures, amigos, algo se va a cocinar y Mediapro estará presente los siguientes años en este mercado.

Javier Tebas, por otro lado, está significado políticamente muy lejos de la ideología de Jaume Roures. Sin embargo, dos de diferente condición política no tienen problema en entenderse, lo que debería ser un ejemplo para la sociedad. O lo que explica que Roures, empedernido aficionado al cine, juega muchos papeles. Algunos insospechados.