Selcan Hacaoglu para Bloomberg
Los líderes mundiales desde el Vaticano hasta Teherán denunciaron el plan del presidente Donald Trump de declarar Jerusalén como la capital de Israel y trasladar la embajada de Estados Unidos a esa ciudad. Advirtieron que esto podría encender una nueva ola de violencia y enterrar cualquier esperanza de resolver el conflicto israelí-palestino.
“Es de vital importancia para el futuro de la región y la paz global que el presidente estadounidense no haga tal declaración”, señaló el primer ministro turco Binali Yildirim durante un viaje a Corea del Sur este miércoles.
Yildirim dijo que la decisión era “ilegal” y que “podría enredar más los problemas ya existentes en la región”. El martes, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, amenazó con cortar los lazos recientemente restaurados con Israel.
“Es de vital importancia (…) que el presidente estadounidense no haga tal declaración”
En su audiencia semanal, el Papa Francisco hizo un llamado a Trump para que respete el status quo en Jerusalén. Pidió que “la sabiduría y la prudencia prevalezcan para evitar que se agreguen nuevos elementos de tensión a un contexto global ya convulsionado por tantos conflictos crueles”, informó la agencia de noticias Associated Press. Él y Yildirim sumaron sus voces a un coro de súplicas de líderes europeos y musulmanes, que están en contra de la decisión de Trump.
Reconocer a Jerusalén como la capital de Israel tiene múltiples implicaciones religiosas y políticas, debido a que el sector oriental de la ciudad -hogar de algunos de los sitios antiguos más sagrados del judaísmo, el cristianismo y el islamismo- también es reivindicado por los palestinos como la capital de un estado futuro.
Las administraciones estadounidenses anteriores habían tenido cuidado de no tomar medidas que pudieran provocar reacciones violentas, alienar a los aliados musulmanes y atormentar aún más a los ya turbulentos esfuerzos de paz.
A diferencia de Israel, cuyo gobierno considera que la ciudad entera es su capital, la mayoría de la comunidad internacional ve al estado de Jerusalén como un asunto de negociación. Los palestinos se han sentido afectados por la decisión de Trump porque sienten que se favoreció la posición de Israel y no se tomó en cuenta la suya.
El primer ministro palestino, Rami Hamdallah, advirtió que el anuncio de Trump no sólo alimentará el conflicto con Israel, sino que generará disturbios en todo el Medio Oriente. Las facciones palestinas han instado a la gente a protestar tras el discurso de Trump. Cientos de personas ya manifestaron en contra el plan en la Franja de Gaza.
Otras reacciones
El presidente egipcio, Abdel-Fattah El-Sisi, en una reunión con funcionarios de su país, enfatizó la importancia de ser “cauteloso” al tratar con Jerusalén. El líder supremo iraní, el ayatolá Ali Khamenei, calificó el plan de Trump como una señal del “fracaso e impotencia” de los Estados Unidos.
“Es una decisión engañosa, ilegal, provocadora y muy peligrosa”
El presidente Hassan Rouhani pidió a los países islámicos que se unan contra esta “decisión engañosa, ilegal, provocadora y muy peligrosa”. La agencia oficial de noticias SANA citó a un funcionario del Ministerio de Relaciones Exteriores que calificó el plan como un “abandono de las responsabilidades de EEUU como superpotencia”.
La Liga Árabe realizará una reunión de emergencia en El Cairo este sábado. La Organización de Cooperación Islámica se reunirá en sesión extraordinaria el 13 de diciembre en Estambul. El Movimiento Islámico convocó protestas este jueves en Ammán.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, guardó silencio sobre los acontecimientos, y ni siquiera los mencionó en una conferencia de alto nivel en Jerusalén este miércoles. Radio Israel, sin decir de dónde sacó la información, informó que las Filipinas y un país no identificado de Europa del Este querían seguir el ejemplo de Trump al reconocer a Jerusalén como la capital de Israel.