La condena contra el líder de Samsung divide a la opinión pública

El tamaño de Samsung en Corea del Sur divide a la opinión pública desde hace tiempo y esa polémica ahora se ha trasladado a la corte, donde el heredero del gigante de los móviles inteligentes, apela a su condena de cinco de años de prisión por soborno.

Jay Y. Lee, heredero de Samsung, iniciará su apelación a la condena para así profesar su inocencia. Los fiscales se alinearán al otro lado mientras buscan encerrarlo, no por cinco, sino por 12 años, un período que fue aplaudido por políticos y críticos al chaebol, conglomerado empresarial, en Corea del Sur

La retórica en torno al caso se ha intensificado desde que se emitió el veredicto, la última etapa de un escándalo que derribó a su mandatario, creó turbulencias en las calle y contaminó la reputación del titán tecnológico. También desató el resentimiento en el chaebol que aún domina el paisaje corporativo y trajo a partidarios agradecidos por su papel en la economía.

“La sentencia es muy débil”, dijo Park Ju-min, abogado y legislador del gobernante Partido Democrático de Corea del presidente Moon Jae-in. “Los tiempos han cambiado y dado lugar a más personas que quieren ver el fin de la corrupción entre hombres de negocios y políticos. La sentencia a Lee puede ser un paso en esa dirección”.

Lee fue declarado culpable por los cincos cargos que afrontaba. La corte dictaminó que el empresario de 49 años ofreció sobornos a la entonces presidenta Park Geun-hye con la esperanza de que le ayudara a tener éxito en Samsung. Eso incluía usar el dinero de la compañía para adquirir un caballo por 800.000 dólares (674.000 euros) para su hija Choi Soon-sil.

Los abogados de Lee argumentaron que las contribuciones fueron en respuesta a las solicitudes de la presidenta Park tras no obtener su apoyo para una polémica fusión que impulsó su influencia sobre el buque insignia de Samsung. Algunos observadores han señalado a la gran publicidad que rodea al juicio, con amplia cobertura mediática y la discusión en cada canal televisivo.

Ambas partes han apelado al veredicto y la sentencia ante el Tribunal Supremo de Seúl

“Es cierto que ha habido presión política y social sobre el juicio”, asomó Khang Hyo-shang, portavoz del opositor Partido Libertad Coreana, a través de un mensaje de texto. “Eso no debe repetirse en la apelación. La verdad debe ser revelada para que el juicio no sea injusto”.

Si bien la sentencia de Lee fue sustancial para los estándares de enjuiciamiento a integrantes del chaebol, dado que cinco años de suspensión se considera demasiado tiempo, no se ha aliviado la ira.

Ambas partes han apelado al veredicto y la sentencia ante el Tribunal Supremo de Seúl, el segundo de los tres niveles del sistema judicial de Corea del Sur, pero aún no han presentado sus argumentos en detalle.

“Las probabilidades están en contra de Lee en este instante, pero aún está abierta la decisión de la corte alta y ver si es suficiente para probar el soborno”, dijo Paek Sung-moon, un abogado de Seúl que ha seguido el caso. “Hasta ahora los fiscales han ganado la mitad de una victoria”.

Sin embargo, la sentencia sorprendió a muchos surcoreanos acostumbrados a ver a los magnates escapar con penas de prisión suspendidas. Esa lista incluye al padre de Jay, el presidente de Samsung, Lee Kun-hee, quien logró evadir la cárcel después de una condena por malversación de fondos y evasión de impuestos. Al final recibió un indulto presidencial.

Después de que el escándalo forzó la renuncia de Park, Moon fue escogido presidente tras prometer controlar al chaebol. Eso hace que sea menos probable que siga los pasos de sus predecesores con un perdón. Choo Mi-ae, jefe de su partido, aplaudió la condena de cinco años.

El legislador Park Ju-mn argumentó que al sentenciar a Lee a tan solo cinco años, se establece la posibilidad de una reducción de la pena a tres mediante la apelación.

Más competencia para Samsung

Lo cierto es que Samsung se encuentra en un buen momento, con récord en ganancias y un máximo histórico en sus acciones, pero los principales diarios han expresado su preocupación por el impacto en una empresa local que enfrenta la competencia de China y de Apple.

Chosun Ilbo, el periódico con más tiraje en el país, decía en una editorial que temía por el futuro de Samsung con sus rivales poniéndose al día con los móviles inteligentes, pantallas y semiconductores, tres áreas que la compañía surcoreana domina. También defendía a Lee, señalando las dificultades que cualquier ejecutivo enfrenta si es presionado por el líder de una nación.

Los ingresos de Samsung equivalen a una quinta parte del producto interno bruto del país

“Una empresa puede ser víctima de represalias si rechaza la demanda de un mandatario y es castigada si acepta”, se leía en el diario.

Controlada por la familia Lee, Samsung cuenta con cerca de 60 unidades que venden seguros de vida, buques de carga y ropa, así como móviles inteligentes y televisores. Sus ingresos equivalen a una quinta parte del producto interno bruto del país, un argumento que en el pasado habría ayudado a Lee, pero no es el caso.

“La élite política ha tenido éxito en persuadir a una parte significativa de la población en que tal indulgencia era el interés nacional de Corea”, dijo Kevin Hockmuth, que enseña estudios coreanos en la Universidad Internacional Akita de Japón. “La indignación ha causado que esto no sea aceptable. Imagino que habrá inquietud si escapa de su pena”.

Sam Kim para Bloomberg.