A partir del día 17 de junio se podrá acceder a una cueva de hace dos millones de años. Esta cueva, llamada La Cueva Peluda, está situada en la Sierra de Atapuerca, en la provincia de Burgos, y será accesible para el público dentro de muy poco tiempo. Eso sí, acceder a ella no será nada fácil ya que para entrar es casi imprescindible tener conocimientos de escalada y supervivencia.
Para entrar en La Cueva Peluda es imprescindible reptar por una grieta para aparecer en un conducto rectilíneo que tiene apenas dos metros de altura. De este conducto cuelgan unas raíces que se parecen a unos cabellos de color negro muy brillantes y tenebrosos, pero, en realidad, solo son gotas de agua que reposan sobre las ramas de los árboles que se encuentran en la superficie de La Cueva Peluda.
Según comenta Eudald Carbonell, el codirector del yacimiento de Atapuerca, quieren abrir el interior de La Cueva Peluda para que todo aquel que lo desee pueda observar de dónde salieron los yacimientos antes de que el ferrocarril cortara las calizas. Es necesario puntualizar que, hasta el momento, el recorrido por el yacimiento de Atapuerca solo se ha realizado por la superficie, por lo que no se ha podido observar realmente donde han estado depositados los fósiles humanos.
La Cueva Peluda tiene dos millones de años y fue descubierta antes que los propios yacimientos de Atapuerca. Se descubrió en el momento en el que comenzaron las obras del trazado del ferrocarril, en el siglo XIX, de hecho, fueron precisamente las obras del ferrocarril las que hicieron que los yacimientos salieran a la luz.
Hasta hace unos años, La Cueva Peluda era conocida como la Cueva de la Vía, por su situación, pero se cerró para que no se volviese abrir. Aún así, en los años 70, la cueva volvió a abrirse a manos de un grupo militar. En el año 1972 encuentran la cueva el grupo espeleológico Edelweis. A partir de ese preciso momento comenzó el equipo de Atapuerca y todo lo que conocemos hoy en día.
La Cueva Peluda y sus dos galerías
La cueva que se abrirá al público el próximo 17 de junio tiene dos galerías, una principal con unos 105 metros de profundidad, y una más pequeña. Dentro de los rincones de esta cueva se pueden encontrar chimeneas gigantes, belleza, historia y unas columnas hechas de la unión de las estalactitas con las estalagmitas. Un escenario precioso que hay que visitar alguna vez en la vida.
Pero no es lo único que se puede encontrar en la cueva, no, también se pueden hallar restos de animales y restos de herramientas de nuestros antepasados, vaya, que La Cueva Peluda es toda una mina de historia, de ahí a que hayan querido mantenerla en secreto. Sea como sea, el secretismo que giraba en torno a esta cueva ya se acabó y ahora todo aquel que lo desee podrá disfrutar de la historia, de la cueva y del magnífico paisaje que deja.
¿Cuántos de vosotros pensáis ir en algún momento de vuestra vida? Es una visita muy recomendable para todas las edades, así que aprovecha y ve con toda la familia.
