Los 10 finales de liga más agónicos

Es la competición española más importante. La Liga de fútbol sienta en el sofá o en las mesas de los bares a millones de personas cada fin de semana. En ocasiones, el ganador se sabe varios partidos antes de que acabe la competición, pero hay años en los que nuestro club nos tiene con el corazón en un puño hasta el último partido.

La victoria está concentrada en pocas manos. Es por eso que el deseo por que no gane el otro equipo, generalmente odiado, nos produce una taquicardia, nos agoniza. Este fin de semana termina la competición de esta temporada y he aquí los 10 finales más agónicos de la historia.

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Atlético Madrid/Sevilla (1950-51)

Nada es más agónico que jugársela todo en el último partido, y si aun por encima juegas en casa del que te lo puede arrebatar, el diagnóstico es una taquicardia. En 1951, el Atlético de Madrid consiguió hacerse con el título de campeón de Liga en el estadio del segundo de la tabla, el Sevilla. Al equipo de Helenio Herrera le bastaba con un empate, mientras que los andaluces tenían que ganar sí o sí ya que habían perdido en la antepenúltima jornada y dijeron adiós al liderato.
Este tropiezo iluminó los ojos del equipo colchonero. La jugada les salió bien y, al finalizar en empate, se llevaron la alegría a Madrid.