Las diez razones por la que los españoles no somos productivos en el trabajo

Es cierto, pero no es culpa nuestra -al menos no cargamos con toda la carga de la misma- ni se encuentra en nuestro ADN. Y es que, somos los europeos que más tarde salimos de la oficina, pero a la vez los que menos aprovechamos las horas, a causa de las descabelladas jornadas partidas y el retraso respecto al huso horario natural por nuestra posición geográfica.

Solo hace falta darse cuenta que todos los partidos de la Champions empiezan a las 20:45, para que los aficionados de todos los países puedan disfrutar de sus equipos favoritos sin agobios. ¿Todos? No, aquí en España solemos ir corriendo para poder llegar a casa. 

Por otro lado, se han sumado causas nuevas, junto a la crisis económica que lastran la efectividad de los empleados y que lleva a los más preparados a abandonar su tierra natal en busca de reconocimiento y eficiencia en el extranjero. Y como no, de una buena retribución acorde a las circunstancias.

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Jornada partida

La jornada partida viene de nuestro pasado. En los años 50 y 60, gran parte de los empleados españoles contaban con dos trabajos, uno de mañana y otro de tarde para hacer frente a sus gastos cotidianos y mantener un nivel de vida estable.

Esta tendencia llevaba a un periodo de descanso durante la hora de la comida, más o menos lo que ocurre hoy en día con la jornada partida en nuestras empresas, pero con una clara diferencia: en vez de dos trabajos, solo tenemos uno. En cualquier caso, la tradición se mantuvo en el tiempo hasta nuestros días.

Otras causas históricas, como el retraso respecto al horario solar, a causa del cambio de hora que se mantiene desde la Segunda Guerra Mundial, cuando se equiparó el huso horario con el de Berlín también lastra la productividad de nuestros trabajadores.