El Gobierno acusa a las aseguradoras de meter miedo a los pensionistas para hacer negocio

La presidenta de la Comisión Parlamentaria del Pacto de Toledo, Celia Villalobos, ha mandado un recado este lunes a las compañías aseguradoras: “engañar (a los pensionistas) es abusar”, ha sentenciado, en referencia a las advertencias de que la hucha de las pensiones se acaba, y de que habrá que llevar a cabo una reforma en profundidad del sistema para hacerlo sostenible en el futuro.

“Las pensiones están garantizadas para los jubilados. Los problemas con el método actual vendrían para todos los menores de 50 años. Los que hoy en día cobran esta contribución tienen una garantía absoluta de que van a seguir recibiendo su pago”, concluía sobre este asunto la malagueña.

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El que ha coincidido con la representante política es Luis Miguel Ávalos, portavoz de Unespa, que ha querido aclarar que ellos “en ningún caso han querido alarmar a nadie”. Sobre este mismo punto, ha concluido que, aunque “hay que ocuparse del tema, la situación no es preocupante por ahora”.

Todo ha sucedido en el contexto de las XXVIII Jornadas de la Fundación Axa, bajo el lema de La hora de la verdad para las pensiones: Hacia un nuevo pacto de Toledo. Un evento que ha reunido a los grandes expertos del sector y a los representantes políticos que buscan un nuevo sistema que garantice el futuro de este elemento tan básico del Estado del Bienestar.

El futuro del sistema de pensiones pasa por un cambio hacia un modelo mixto, asentado en tres pilares: lo público, las empresas y el ahorro individual.

Desde luego, a pesar de una situación estable en la actualidad, lo cierto es que se abre un futuro incierto para los jubilados del mañana. Nunca para los actuales. El sistema necesita de reformas estructurales por las fisuras que se han ido abriendo a lo largo de los años y los cambios coyunturales que ha vivido el país, tanto a nivel económico como social.

España es uno de los países con mayor esperanza de vida del mundo. Por encima, incluso, de muchos de los países más desarrollados en Europa, una situación que, unida a una baja tasa de natalidad, nos lleva hacia un país que en el futuro contará con más ciudadanos ancianos que jóvenes.

Por otro lado, perder más de tres millones de empleos, a causa de la brutal crisis económica que se gestó en 2008, ayudó a agravar más esta situación. A menor número de cotizantes, menos ingresos y más déficit. Esto, a la larga, ha disparado también la deuda pública que roza ya el 100% respecto al Producto Interior Bruto nacional (PIB).

El empleo y la baja natalidad son algunos de los puntos a los que tiene que hará frente el sistema

En cualquier caso,  y atendiendo a los consejos de los expertos, el futuro de las pensiones pasa por estructurarse en tres pilares básicos. El sector público -que es el que sostiene a día de hoy buena parte del total desembolsado-; las empresas, que es por donde «deben guiarse los pasos que se den en este camino» y, finalmente, el ahorro individual.

“En la actualidad solo tenemos dos alternativas: mantener el sistema con las prestaciones actuales, lo que se traduce en una subida generalizada de impuestos; o reducir las prestaciones públicas, que es el camino que se está siguiendo en los últimos años en España”, confirmaba el presidente de Inverco, Ángel Martínez-Aldama, durante su intervención.

Como ejemplo de ello, sólo basta con ver la tasa de sustitución que aporta el sector público, que según la Comisión Europea era del 79% en España en 2015. En los próximos 50 años esta se verá reducida hasta valores de 48,6 puntos.

Es decir, en más de treinta puntos, mientras que en el resto de Europa solo lo hará siete veces. Un factor que se debe a que en gran parte de los países que pueblan el Viejo Continente se cuenta ya con tasas menores que las de nuestro país en este sentido.

La tasa de sustitución en España se reducirá en más de 30 puntos porcentuales en 50 años

“La tasa de sustitución en nuestro país es monopolística del sistema público, mientras que en Europa es mixta. El sistema de capitalización privada debe ser más importante para tener más patas de apoyo en el nuevo sistema”, admitía Gil de Rosas, que considera que las empresas deben dar un paso al frente en este sentido.

Para finalizar, cabe recordar la reflexión que ha hecho el portavoz del PNV en la Comisión Parlamentaria sobre el Pacto de Toledo. Con una metáfora, ha abierto la duda y una cuestión (aún sin respuesta) ha quedado en el aire a la espera de que alguien la resuelva.

“El sistema actual es el traje que todos hemos cosido desde el año 73’. Años más tarde, se retocó en el 95’, porque había engordado y se necesitaban otras cosas. Ahora tenemos que hacernos una pregunta ¿Le ponemos más remiendos al trae o, tal vez, necesitemos un traje nuevo?”.

Sea como sea, las distintas formaciones políticas se han mostrado abiertas a llegar un consenso. Consciente de que es un tema de trascendencia vital para el país en el que no caben los partidismos (aunque cada uno apoye unos matices distintos). Esta vez los representantes de la soberanía nacional están luchando por el pueblo. Cabe recordar, otra vez a Villalobos acusando al sector privado: “Lo que no es de recibo es asustar a los pensionistas”.