Los productores de cava temen más a la pandemia que a las elecciones

Las turbulencias políticas ajenas al sector han condicionado las ventas de cava en el pasado más reciente. Así han opinado diferentes presidentes de la denominación de origen (DO) Cava en algunas de las memorias de la institución. Ante la nueva consulta en las urnas, prevista para el próximo 14 de febrero, MERCA2 se ha puesto en contacto no sólo con la DO Cava, que engloba a 6.582 explotaciones (datos de 2019), sino también con la Asociación de Elaboradores de Cava (Aecava), que representa el 85% de las bodegas en términos económicos.

Aecava, que era el antiguo Institut del Cava, ha respondido a la pregunta de cómo puede influir el resultado de las elecciones en Cataluña sobre la venta de cava diciendo que “no hace valoraciones al respecto”. En el caso de la DO Cava, su presidente, Javier Pagés, sí ha dado su opinión al respecto.

Las elecciones catalanas van de política. De programas de gobierno. De modelos económicos y sociales”, afirma Javier Pagés. Y añade: “El cava es alegría, disfrutar, hacer de la ocasión un momento especial. Tiene que ver con la exaltación de los sentidos, con compartir, con enriquecer una placentera comida”.

Y, entrando más en profundidad sobre esa posible relación entre las ventas de cava y la política, matiza: “No veo como lo uno, y lo otro, van ligados. Lo que afecta a las ventas del cava son los efectos de la pandemia, la dificultad económica y salud del consumidor, la pérdida de movilidad y relación social, y las restricciones de la restauración y hotelería”.

EL CAVA, PERJUDICADO

El tablero electoral de las próximas elecciones, a pesar de contar con diferentes fuerzas políticas, vuelve a resumirse en dos bandos: independentistas y constitucionalistas. Ya en la memoria de 2018, el presidente de la DO Cava, calificaba el ejercicio como complejo por turbulencias políticas ajenas al sector.

Un año antes, su antecesor en el cargo, Pedro Bonet, definía el año como positivo, “a pesar de la ruidosa campaña mediática en torno al cava, motivada por las turbulencias políticas del último trimestre que, sin duda, han moderado lo que hubiera sido un resultado brillante”. Un trimestre en el que se convocó a los catalanes a las urnas, pero no para unas elecciones al Parlament, sino para la consulta independentista del 1-O.

En la DO Cava, atendiendo a las declaraciones de su actual presidente, parecen tener claro aquello de que ‘agua pasada no mueve molinos’. Y prefiere mirar al futuro. Un futuro en el que la pandemia condicionará sin duda las ventas debido a la influencia negativa que está teniendo sobre el canal horeca (hoteles, restaurantes y cafeterías).

Ya en 2019, sin la crisis del coronavirus, las ventas de cava en hostelería cayeron. Fue un 5,6%, en volumen, y un 7,3%, en valor. Conviene recordar que, en volumen, la hostelería representa el 20% de las ventas de cava; y, en valor, el 24%.

Durante 2019, el cava cosechó la mejor cifra histórica en lo que se refiere a producción: más de 249 millones de botellas, un 2% más que en 2018. De esa cantidad, 165 millones de botellas se vendieron en mercados internacionales. Los mayores incrementos se dieron en Japón (27%), Suecia (30%), Rusia (30%) y Polonia (50%). Por lo que se refiere a las ventas en España, el consumo en valor decayó un 0,5%, y en volumen, un -1,3%, según Nielsen.