Peugeot trabaja con el peor escenario: caída de la producción y el empleo del 30%

El grupo PSA, que lidera Peugeot, trabaja en la actualidad con uno de los peores escenarios para la industria. Las heridas en la economía provocadas por la pandemia del covid-19 junto a su alta dependencia al mercado europeo han obligado a la cúpula directiva a reorganizar los planes. Así, las estimaciones que tiene sobre la mesa implican un recorte de la producción cercano al 30%, aunque podría ser todavía más profundo. De hecho, su visión de una caída del 25% de la demanda en el viejo continente, donde vende el 86% de sus vehículos, se antoja pequeña a medida que pasan las semanas.   

La integración de Opel en PSA convirtió al fabricante francés en uno de los grandes a nivel mundial. Una decisión acertada que le ha proporcionado ahorros por varios cientos de millones en sinergias. Pero, dado que la industria persigue al ciclo económico muy de cerca, también aumentó su dependencia a la maltrecha evolución de la economía europea. De hecho, Peugeot vendió algo más de 3,01 millones de vehículos en el viejo continente frente a poco más de 470.000 en el resto del mundo.

El resultado de la concentración será un desplome de las ventas en 2020 de unos 755.000 vehículos, según la caída del mercado que espera la propia Peugeot. A dicha cifra, se le debe añadir el derrumbe de otro 25% en Latinoamérica, donde además las cifras en 2019 ya se redujeron y otro 10% en China. En total, son otros 50.000 coches menos que ya se prevé que no se van a vender. Por último, habría que ver que ocurre con Medio Oriente y África dado que es su segundo mercado, vendió en 2019 más de 164.000 vehículos. Por el momento, no hay cifras pero el impacto podría ser igual o mayor.

PEUGEOT, MÁS GOLPEADA POR LA CAIDA DESIGUAL EN EUROPA

Las cifras anteriores reflejan, grosso modo, una caída que podría acercarse a los 850.000 vehículos. Pese a su elevado volumen, ya supone un 25% del total, en realidad debería ser mayor si se ajusta por geografías. De hecho, PSA es líder en algunas de las regiones en las que la pandemia va a golpear más fuerte como España o Francia. Por su parte, su participación menor en Alemania, el mayor mercado y el que menos parece que va a sufrir, le coloca en una clara desventaja, al producir menos los costes son mayores por las economías de escala, frente a otras marcas germanas como Volkswagen, Daimler o BMW.

El mejor ejemplo de cómo las cifras se quedan rápidamente anticuadas es España. En un principio, las previsiones con las que contaba Peugeot se movían en el entorno del 8% dado por el FMI. Ahora, esas misma previsiones se han quedado cortas. El propio Gobierno español las elevó días atrás y la AIReF (uno de los organismos más certeros y confiables) amplia el rango hasta el 8,9% y el 11,7%. Bruselas apunta a una caída del 9,4%. En definitiva, en una semanas la caída se ha acrecentado un 10%.

Y, el ejemplo español no solo sirve porque lo tenemos más a mano. Sino, también, porque PSA es líder en ventas con unos 330.000 vehículos al año. Peugeot también sufrirá en Francia, donde vende entorno a 380.000 vehículos, ya que se espera una de las caídas más pronunciadas de toda Europa con un 8,2%, según Bruselas. En Italia, donde espera acumular un 40% del mercado una vez ejecutada la fusión con Fiat-Chrysler, el golpe puede ser similar al que sufra en el territorio nacional.

FIGUERUELAS (ZARAGOZA) SEGUIRÁ SIENDO UN BASTIÓN

Para hacerse una idea del impacto sobre las firmas del motor simplemente sirve el terrorífico dato de matriculaciones en abril que se desplomó un 96,5%. Apenas se vendieron 4.163 unidades, según Anfac. En Francia, el desplome ha sido del 89%. Un año antes, también en el mes de abril, solo el grupo PSA había logrado vender más de 15.000 vehículos. Aunque, dentro de las malas noticias hay una buena para la compañía y es que su renovado Opel Corsa se ha convertido en uno de los modelos más vendidos en lo que va de año.

El nuevo vehículo, que se fabrica íntegramente en la planta del grupo en Figueruelas (Zaragoza), es el paradigma de lo que serán las apuestas de las marcas en los próximos años. Un prototipo pequeño, barato y con un concepto urbano que se puede modificar para su venta como eléctrico o gasolina. Y, además, lo más importante es que la nueva arquitectura le permite a la compañía reducir el coste de producirlo respecto su anterior versión. Una combinación que le colocará (junto al Opel Crossland) como una de las grandes bazas para la empresa, lo que supone empleo garantizado en la fábrica.

En definitiva, el parón obligado por la llegada del covid-19 ha dejado a la industria del automóvil muy tocada. El grupo PSA no está en mala situación, más si cabe al compararse con su competidor nacional, pero está lejos de los beneficios que pueden adquirir en los próximos meses las marcas alemanas gracias a los esfuerzos de su Gobierno. En dicho contexto, no queda más alternativa que ajustar la producción a la demanda y a día de hoy la diferencia está aproximadamente entre el 25% y el 30%. Pero, puede podría ser superior y es difícil que el grueso se concentre en el país de origen de la marca que es Francia.

Pedro Ruiz
Pedro Ruiz
Colaborador de MERCA2