El embarazo de Jana no ha traído consigo la tranquilidad que muchos podrían esperar. A pesar de la esperanza que la noticia podría haber generado, las tensiones dentro del palacio continúan en aumento y su relación con Cruz no ha hecho más que deteriorarse. La joven, lejos de recibir el apoyo que necesita en esta etapa, se ve envuelta en un ambiente hostil donde cada día enfrenta nuevos desafíos que ponen a prueba su fortaleza.
Mientras tanto, otras tramas siguen enredándose en La Promesa. María Fernández, atrapada en su propio tormento, está convencida de que algo oscuro la acecha, mientras que Curro no está dispuesto a rendirse hasta conseguir lo que ha venido a buscar. Sin importar las dificultades, los personajes del palacio deben lidiar con sus propios dilemas mientras los conflictos aumentan.
Jana sigue en el punto de mira de Cruz

Desde el inicio, la relación entre Jana y Cruz ha estado marcada por la desconfianza y los enfrentamientos. Sin embargo, la llegada del embarazo de Jana no ha servido para calmar las aguas. Cruz, lejos de mostrarse comprensiva o dispuesta a mejorar su trato hacia ella, mantiene una actitud distante y fría, reafirmando el desprecio que siente por la joven.
Para Jana, esta situación supone un golpe emocional difícil de sobrellevar. En un momento en el que debería sentirse protegida, el rechazo de Cruz la deja aún más vulnerable. A pesar de ello, la joven mantiene la cabeza en alto y no está dispuesta a dejar que la presión la venza. Su fortaleza sigue siendo su mejor arma en un ambiente donde la hostilidad parece no tener fin.
Leocadia y el detonante del conflicto

La tensión entre Cruz y Jana se ve agravada por un nuevo factor inesperado: Leocadia. Unas palabras desafortunadas por parte de esta provocan un desencuentro que solo empeora la ya de por sí complicada situación. En un palacio donde los rumores y los malentendidos pueden convertirse en armas letales, cualquier desliz verbal puede traer consigo consecuencias irreversibles.
Jana, atrapada entre las habladurías y los enfrentamientos, debe encontrar la manera de sobrellevar esta nueva dificultad sin perder el control. Sabe que cualquier movimiento en falso podría empeorar su situación, y el embarazo no hace más que aumentar la presión sobre ella.
El miedo de María Fernández y la obsesión con su posesión

Mientras tanto, María Fernández atraviesa su propio calvario. La doncella está convencida de que algo oscuro la acecha, una creencia que ha ido creciendo dentro de ella hasta convertirse en una auténtica obsesión. Su estado de paranoia la lleva a buscar señales en cada rincón, interpretando cualquier detalle como una prueba de que está poseída por un demonio.
Su angustia no pasa desapercibida para quienes la rodean, aunque la línea entre la preocupación y la incredulidad es delgada. ¿Es realmente una manifestación sobrenatural lo que la atormenta, o su mente está jugándole una mala pasada? En La Promesa, nada es lo que parece, y los límites entre la realidad y la sugestión pueden difuminarse con facilidad.
Curro no se rinde en su misión

Por otro lado, Curro continúa obsesionado con Ramona y su capacidad para ayudarlo. A pesar de los obstáculos que se interponen en su camino, el joven ha decidido que no se marchará hasta obtener la respuesta que busca. Su determinación es inquebrantable, aunque sus intentos de convencer a Ramona han sido en vano hasta el momento.
Jana, en medio de su propia tormenta, encuentra en la insistencia de Curro una fuente de apoyo inesperada. Aunque sus caminos parecen separados, la lucha de cada uno refleja la necesidad de encontrar respuestas y de aferrarse a la esperanza en momentos de crisis.
La lucha de Simona y Candela por los necesitados

Más allá de las intrigas y los conflictos personales, en La Promesa también hay quienes buscan hacer el bien, incluso cuando ello supone un gran riesgo. Simona y Candela han decidido ayudar a los más necesitados, ofreciendo su apoyo a quienes dependen de Samuel. Sin embargo, lo que parecía una labor noble pronto se complica cuando Petra las intercepta, evitando que lleven a cabo su plan.
La confrontación con Petra supone un gran desafío para ambas. Saben que cualquier error podría exponerlas y ponerlas en peligro. Pero a pesar de los riesgos, su determinación por ayudar a quienes lo necesitan es mayor que el miedo a las represalias.
Ricardo, atrapado en un juego peligroso

Mientras tanto, Ricardo también enfrenta dificultades en su intento de manejar la situación con Ana, Santos y Pía. A medida que los días avanzan, su control sobre los acontecimientos se desmorona, y la tensión en su entorno se intensifica.
Cuando Pía le deja claro que no está de acuerdo con sus métodos, Ricardo se da cuenta de que está perdiendo aliados. La confrontación con ella marca un punto de inflexión que podría alterar el rumbo de los acontecimientos, obligándolo a replantearse su estrategia antes de que sea demasiado tarde.
El futuro incierto de Jana

En medio de este torbellino de conflictos y tensiones, Jana sigue sin encontrar un respiro. Su embarazo, en lugar de traerle paz, la ha colocado en el ojo del huracán. La hostilidad de Cruz, la presión de su entorno y la sensación constante de estar en peligro la llevan a cuestionarse qué futuro le espera.
A pesar de todo, su determinación sigue intacta. Jana ha demostrado ser una mujer fuerte, capaz de enfrentarse a cualquier obstáculo que se cruce en su camino. Sin embargo, las adversidades parecen acumularse, y cada día que pasa se hace más evidente que su lucha está lejos de terminar.
La incertidumbre en La Promesa

El palacio sigue siendo un hervidero de secretos y tensiones. Cada personaje enfrenta su propia batalla, y el destino de todos parece estar entrelazado en una red de conflictos que no deja de crecer. La promesa de un futuro mejor sigue siendo un anhelo lejano para muchos, mientras que las sombras de la incertidumbre se ciernen sobre ellos.
Para Jana, la situación es especialmente complicada. Su embarazo, que debería haber sido motivo de alegría, se ha convertido en un desafío que pone a prueba su resistencia emocional y física. Sin embargo, su espíritu inquebrantable le impide rendirse.
Un desenlace incierto para Jana y los demás

Las próximas jornadas en La Promesa, serie de RTVE, estarán marcadas por decisiones difíciles y revelaciones inesperadas. Jana, atrapada en una espiral de conflictos, deberá encontrar la manera de mantenerse firme en medio de la tormenta. Mientras tanto, María Fernández, Curro, Simona, Candela y el resto de los personajes seguirán librando sus propias batallas en un escenario donde cada movimiento puede cambiarlo todo.
En un mundo donde la lealtad se pone a prueba y la traición acecha en cada esquina, la verdadera pregunta es: ¿cuánto tiempo podrá Jana mantenerse en pie antes de que la situación la supere por completo?






















































