Los últimos datos sobre la evolución de la pandemia de Covid-19 nos dejan claro que no es una situación de la que vayamos a poder olvidarnos pronto. A pesar de las medidas adoptadas, los contagios se siguen multiplicando y eso obliga al confinamiento de algunas ciudades, lo que pone de nuevo en serios apuros a los autónomos.
Aunque hay sectores que han visto incrementada su demanda, la mayoría de los profesionales que trabajan por cuenta propia han experimentado un importante descenso en sus ingresos en los últimos meses. Por eso, ahora es momento de ser precavidos y ya tenemos a muchos autónomos preparándose para el caso de que tengan que asumir un nuevo período de teletrabajo.
Adiós a la improvisación por parte de los autónomos

El pasado mes de marzo muchos autónomos tuvieron que dejar de trabajar en su ubicación habitual para pasar a hacerlo en su domicilio. Quienes tienen empleados tuvieron que implantar directamente el teletrabajo sin haber experimentado nunca con él. Esto dio lugar a un estrés extra que se sumaba al estrés propio de la situación que estábamos viviendo.
En previsión de que la situación pueda volver a producirse en el futuro, los autónomos no quieren tener que empezar a improvisar de nuevo. Por eso, muchos profesionales han dedicado estos meses a plantear posibles formas de trabajo en remoto tanto para ellos como para sus empleados. Así, si vuelve el confinamiento, el paso del trabajo presencial al remoto será mucho más sencillo y rápido, lo que implicará una menor pérdida de rentabilidad.
La seguridad y la protección de datos se han vuelto claves

La protección de datos y la ciberseguridad han sido durante mucho tiempo asignaturas pendientes para los profesionales que trabajan por cuenta propia. No es que no consideraran importantes estos temas, es simplemente que preferían dedicar sus limitados recursos a otros aspectos de su negocio que consideraban más prioritarios.
Pero durante el confinamiento decretado a raíz del estado de alarma hubo un importante aumento de ataques de hackers a nivel internacional, al ser estos conscientes de que las redes domésticas son mucho menos seguras que las profesionales. No fueron pocos los autónomos que se vieron afectados por ataques de ciberdelincuentes, lo que les ha hecho ver que es fundamental reforzar tanto la ciberseguridad como la protección de datos con independencia de desde donde se trabaje.
Los autónomos apuestan por la flexibilidad horaria

La relación entre los autónomos y sus empleados es mucho más estrecha que la que existe entre los empleados de una gran empresa y la empresa en sí misma. Esto implica que el autónomo es más consciente de las dificultades que puedan atravesar los empleados que tienen que realizar teletrabajo, porque también él está pasando por esa situación.
Después de lo ya pasado, ahora los profesionales saben que trabajar desde casa no es igual de fácil para todo el mundo porque no todos tienen las mismas condiciones, y por eso apuestan fuerte por la flexibilidad horaria tanto para sus empleados como para ellos mismos. Mientras el trabajo salga adelante a tiempo, el horario laboral puede ser todo lo flexible que haga falta.
Los autónomos buscan nuevos espacios en casa para trabajar

Conscientes de que un confinamiento puede durar desde un par de semanas a algunos meses, los autónomos quieren estar preparados para lo que pueda venir si tienen que teletrabajar. Ya no les vale poner el portátil en cualquier rincón de la casa o sentarse en la silla del comedor mientras tienen a los niños al lado intentando hacer los deberes.
Ha crecido el número de profesionales que, en la medida de lo posible, intentan adaptar su domicilio para tener un espacio en el que poder trabajar en las mejores condiciones posibles. Contar en casa con una mesa de trabajo, aunque sea pequeña, y una silla ergonómica, se ha vuelto algo imprescindible.
Buscan las herramientas más adecuadas para el teletrabajo

Tener que trabajar en remoto implica asumir nuevos retos y tener que usar herramientas que hasta hace unos meses no eran necesarias. Un buen ejemplo es Zoom, a principios de año muy pocos autónomos la usaban y ahora es raro encontrarnos con alguno que no la haya usado en algún momento para hacer videoconferencia con su equipo de trabajo, con un cliente, un proveedor, etc.
Hay una gran variedad de herramientas digitales para el teletrabajo, unas gratuitas y otras de pago. Ahora el autónomo afronta el reto de descubrir las más adecuadas para su caso concreto y aprender a utilizarlas para sacarles el máximo partido posible. De ahí que muchos profesionales se estén poniendo también al día en cuanto a conocimientos digitales.
La difícil tarea de digitalizar el negocio

El teletrabajo ha sido posible para aquellos autónomos que ya habían dado el paso de digitalizar su negocio. Pero en marzo todavía había muchos profesionales que seguían dejando este proceso para más adelante, y cuando se decretó el confinamiento no les quedó más remedio que cerrar totalmente su negocio y depender de las ayudas del Gobierno.
Está claro que no todos los negocios son digitalizables, pero aquellos que sí lo son tienen ahora la necesidad de abordar la transformación digital. Una de las pocas cosas buenas de la situación que estamos viviendo es que por fin muchos autónomos han sido conscientes de lo importante que es mantener su negocio al día a nivel digital. De hecho, en los últimos meses se ha multiplicado el número de profesionales que quieren contar con una buena página web o crear una tienda online que complemente a su tienda física.
La necesidad de la desconexión para los autónomos

Si normalmente un autónomo ya está sometido a mucho estrés, en la situación actual la presión es mucho mayor. A la bajada de ingresos hay que sumar el aumento de los costes, la adaptación a las nuevas medidas e incluso posibles confinamientos si los contagios se disparan. Esta incertidumbre hace que el estado psicológico de muchos profesionales por cuenta propia esté empeorando.
Con frecuencia la respuesta de muchos autónomos ante una crisis es dedicar más horas a su trabajo, pero esto no siempre es positivo, porque aumenta todavía más el estrés y el cansancio. Por suerte, muchos profesionales ya se han dado cuenta de ello y están promoviendo la desconexión digital tanto para ellos como para sus empleados.