Uno de los platos más saludables, tradicional de la dieta mediterránea, son las lentejas. Una legumbre que es fuente de proteína, fibra, minerales, hidratos de carbono, antioxidantes y vitaminas, que se puede cocinar de diferentes maneras. Son ricas y nutritivas, además de tener el ciclo de cocción más corto entre las legumbres, por lo que su consumo en el Mediterráneo es alto. Existen más de 50 variedades y hay que tener en cuenta el plato que quieres conseguir a la hora de adquirirlas. Deja atrás el refrán «Lentejas, comida de viejas, si quieres las comes y si no, las dejas» y evita los 6 errores más frecuentes en su cocinado sorprendiendo a los comensales.
No limpiarlas correctamente antes de cocinarlas
Habitualmente las lentejas crudas ya se venden limpias, pero es importante revisar si se han podido quedar algunas piedrecitas u hojas. Son de tamaños minúsculos pero si se cuelan en el cocinado provocarán momentos desagradables durante la comida. Es recomendable también apartar las lentejas rotas o que presenten un mal estado. Una vez eliminadas las impurezas se recomienda aclararlas con abundante agua antes de ponerlas a remojo. Lo ideal para su cocinado después es escoger una cazuela grande para que la capa de lentejas sea fina y el calor llegue a toda la superficie.

No ajustarte a tiempo de remojo
Si quieres acelerar el tiempo de cocción de la legumbre es importante que las metas en remojo previamente al cocinado. Si no te ajustas al tiempo de remojo tanto por exceso como por defecto el resultado no será óptimo. Tradicionalmente era típico dejarlas en remojo toda la noche, sin embargo los expertos culinarios consideran que es suficiente mantenerlas en agua una durante hora la víspera del cocinado para conseguir intensificar su sabor. Se debe utilizar agua de mineralización débil tanto para remojarlas como para cocinarlas.

No medir las cantidades y calcular a ojo el tiempo de cocción
En cuanto a las cantidades se recomienda usar 500 gramos de lentejas con 2-3 litros de agua en cocción tradicional. El mínimo de agua para cocinar la legumbre es de cuatro veces más que los gramos para evitar que se evapore y se quemen. Si aún así se quedaran sin agua y tuvieras que añadir mas hazlo en caliente para evitar que pierdan la piel. Respecto a la ración los expertos concuerdan que entre 50 y 80 gramos sería suficiente ya que tras el cocinado cada unidad crece más del doble. El tiempo de cocción varía en función de la clase de la lenteja, pero oscila entre los 30 y los 60 minutos.

Comenzar cocinando a fuego lento para después subirlo
Este es uno de los errores más habituales que se comenten. Los expertos aseguran que para que las lentejas queden bien, hay que cubrirlas con agua fría en la cazuela al comienzo y calentarlas con el fuego fuerte que ha de mantenerse durante los primeros minutos. En el momento que aparecen los primeros borbotones se baja a fuego medio. Esto evitará que las lentejas puedan perder la piel. La cocción debe ser suave y lenta para que todos los alimentos se mezclen consiguiendo un sabor intenso.

Remover las lentejas mientras hierven
Una vez que esta listo el sofrito, puestas las lentejas y vertida el agua debes removerlas para mezclarlas antes de que el agua empiece a hervir. Si no se sigue esta recomendación y se mueven cuando el agua esté hirviendo es probable que la delicada piel de la legumbre se desprenda. Además las lentejas al perder la piel se podrían romper y el resultado seria desastroso. Si cuando hierva crees que es necesario moverlas puedes coger las asas de la cazuela y realizar algún movimiento suave. En ningún caso introduzcas un utensilio para llevar a cabo este proceso en mitad de la cocción.

Utilizar otra olla diferente a la exprés que te facilita el proceso
Una de las mayores ventajas que tiene la olla exprés frente a las convencionales es que necesita menos agua ya que no se evapora. Utilizar entre 1,5 y 2 litros es suficiente para cocinar 500 gramos de lentejas crudas. El proceso es mucho más rápido ya que en 15 o 20 minutos estarían listas por la temperatura de unos 120º C que alcanza la olla a presión. Además al tenerlas metidas en la olla exprés evitarás moverlas durante el cocinado pudiendo estropear el guiso y las sacarás listas para servir.
