La brecha digital que existe entre los pequeños y los grandes negocios es un tema que sigue preocupando porque, lejos de reducirse, en algunos casos se está ampliando debido a la crisis económica derivada del coronavirus.
Con los ingresos en niveles mínimos, son muchos los autónomos que no pueden plantearse comprar un nuevo equipo informático o invertir en la creación de una página web que ayude a dar a conocer su negocio.
La brecha digital crece y crece

Aunque los nuevos autónomos ya suelen crear negocios totalmente digitalizados, en el caso de aquellos que llevan décadas al frente de su establecimiento se vuelve muy difícil que apuesten por las nuevas tecnologías.
Buena prueba de ello es que se siguen contando por millones los pequeños negocios que no cuentan con una página web porque consideran que no la necesitan. Por el contrario, en los grandes negocios cada vez se apuesta más por la tecnología.
Los datos del informe de ONTSI

El Observatorio Nacional de Tecnología y Sociedad ha elaborado el informe “La digitalización de las pymes”, que ha ha puesto de relieve la situación actual de la brecha digital en las empresas más pequeñas.
Este documento, de más de 172 páginas, destaca que todavía queda mucho camino por recorrer en lo que a digitalización se refiere, pero para ello primero es necesario que haya un cambio de mentalidad y de la cultura de trabajo que tienen los autónomos más mayores.
Miles de negocios sin ordenadores

¿Puede funcionar hoy en día un negocio sin contar con un equipo informático? Está claro que no, pero algunos autónomos no lo ven así. Se estima que unos 600.000 pequeños negocios funcionan en la actualidad sin contar ni tan siquiera con un ordenador.
La tasa de pequeños negocios que están informatizados (que tienen un ordenador) es de solo el 81,9%, cuando lo lógico sería que absolutamente todas las empresas de este tipo contaran con equipos informáticos.
Más de 2 millones de negocios sin página web

Si tener un ordenador en el centro de trabajo es fundamental, no lo es menos contar con una página web que ayude a los clientes potenciales a encontrar el negocio. Sin embargo, solo un 28,8% de las microempresas tienen un site online.
En el caso de las empresas que tienen más de 10 empleados, pero siguen siendo pymes, la tasa tampoco es demasiado alta, de un 78,1%. Es decir, que hay más de dos millones de negocios que en pleno 2021 no tienen una página web.
La brecha digital en redes sociales

Por lo que respecta a las redes sociales, aquí la brecha entre pequeños, medianos y grandes negocios se reduce un poco. Se estima que un 35,2% de los negocios de menos de 10 empleados tienen presencia en algún canal social.
Los autónomos suelen manejarse bien en redes como Instagram, Facebook y Twitter. No obstante, su presencia es inferior a la que tienen los negocios más grandes.
Servicios en la nube

La tecnología parece ser el particular talón de Aquiles de los autónomos que están al frente de los negocios más pequeños, y esto quiere decir que están perdiendo una buena cantidad de oportunidades de mejorar su forma de trabajar.
Si los servicios en la nube todavía son relativamente poco utilizados en las grandes empresas, en el caso de los pequeños negocios y los profesionales autónomos su utilización es bastante residual. Solo un 8,6% ha implantado esta tecnología.
Malos datos en otras tecnologías

Los datos tampoco son demasiado positivos si atendemos al grado de utilización de otras tecnologías como el Big Data, la impresión en 3D, la robótica o la automatización de procesos para mejorar la productividad.
Muchos autónomos ni siquiera saben cómo podrían implementar este tipo de tecnologías dentro de su negocio y, por tanto, no se plantean hacer cambios significativos al respecto.
La brecha digital por sectores

Del informe del ONTSI también se desprende que el mayor o menor grado de digitalización también está estrechamente relacionado con el sector en el que se lleva a cabo la actividad profesional.
Las actividades menos digitalizadas son las relacionadas con el sector inmobiliario, las administrativas, las de servicios auxiliares, el comercio al por menor, la industria, el transporte y el almacenamiento.
La ciberseguridad como asignatura pendiente

A todo lo anterior hay que sumarle que para los autónomos la ciberseguridad parece haberse convertido en una eterna asignatura pendiente. Muchos de ellos no tienen conocimientos suficientes para saber cómo deben protegerse.
Esto es lo que hace de ellos las víctimas perfectas para los ciberdelincuentes, que suelen atacar prioritariamente a negocios pequeños, causándoles graves daños cuando consiguen hacerse con todos sus datos.
Falta mucha formación

A pesar de que últimamente se han aprobado nuevas ayudas para la digitalización, lo que parece claro es que los autónomos del sector necesitan una buena formación para saber cómo puede ayudarles la tecnología.
Solo así serán capaces de entender la verdadera importancia de la digitalización y escoger las mejores fórmulas para su negocio.