La televisión estatal se encuentra en un momento delicado ante la aparición de La Familia de la Tele. RTVE ha tomado una decisión estratégica errónea que le saldrá caro: ha decidido modificar sin una motivación aparente su programación de dos de sus series más queridas, ‘Valle Salvaje’ y ‘La Promesa’, para abrir espacio a un nuevo formato que no acaba de conectar con los espectadores. Lo que parecía un simple re-fresh para el access ha acabado por transformarse en un puzzle horario.
El estreno de ‘La familia de la tele’, que tenía el deseo de revitalizar las tardes de La 1, había pasado sin pena ni gloria. Lo que ha conseguido es únicamente romper la rutina que presentaban sus seguidores, acostumbrados a una programación estable y previsible. Mientras se lucha por encontrar su propio espacio, se multiplican las quejas a través de las redes sociales, foros y grupos de seguidores.
LA INNOVACIÓN CONVERTIDA EN CASTIGO

Poco molesta al espectador como no saber cuándo comienza su programa preferido. Hasta hace bien poco, los espectadores de ‘Valle Salvaje’ y de ‘La Promesa’ se organizaban a la perfección: a las 16.50 h. empezaba la primera; a las 17.40 h. la segunda. Pero la llegada de ‘La Familia de la Tele’ ha dinamitado esa certeza. Ahora, los capítulos pueden comenzar a horas variables, se reducen escenas clave en la narración, incluso se eliminan y desaparecen los avances finales.
El nuevo formato, que se inicia a las 15.50 h. y finaliza a las 20.30 h., ha generado más problemas que soluciones. Las modificaciones están afectando no solo a la duración de los episodios sino a elementos narrativos clave de la propia de las narraciones, como puede ser el arranque o las cabeceras de las mismas. «Es como si no respetaran su producto», se lamenta un seguidor en Twitter.
En líneas generales, la sensación es que RTVE está utilizando una nueva fórmula, nueva y por validar, se contrapone con dos ficciones que hacen un tiempo ya consolidadas. Pero lo que hay que tener en cuenta es que estos ajustes van en contra de la experiencia del espectador. Porque con tramas complicadas y personajes bien definidos, series como ‘La Promesa’ o ‘Valle Salvaje’ se desarticularían.
¿Acaso sirve de algo malgastar dinero en buenos guiones si la forma en que se emiten deja mucho que desear? Pero todavía hay más: como si fuera un mal sueño, al provocar los avances que hay del siguiente capítulo, lo que hace la cadena es matar su propia manera de provocar la expectación.
AUDIENCIAS Y DESENCANTO

Las estadísticas demuestran que el experimento no funciona. En su tercera emisión, ‘La Familia de la Tele’ cosechó 445.000 espectadores en su parte principal, una cifra discreta para una cadena pública. Tuvo que ser la valía en la media de ‘La Promesa’ -la cual incrementó la media a 623.000 viewer- para salvar la contenedora de un fracaso todavía mayor. Y aun así, la contenedora se empañó con la media del día de La 1 (9,9%).
Lo más notable es la comparativa con la competencia. Misma franja con otros canales que multiplican la cuota; en RTVE se empeñan en desperdiciar el potencial de sus mejores series (“Es un tiro en el pie”, dice un analista de audiencias). Las ficciones ya contaban con su público fiel, en vez de construir sobre ello, prima el riesgo.
Lo más relevante, no obstante, resulta ser el perfil demográfico. ‘Valle salvaje’ y ‘La promesa’ obtenían un público maduro, pero comprometido, un perfil interesante para el anunciante de cuando se graban las cuñas publicitarias. Inestabilizada la emisión, RTVE pierde no solo televidentes sino también ingresos publicitarios. Y en un contexto donde la financiación de la televisión pública siempre se debate, este tipo de acciones pueden resultar poco oportunas a largo plazo.
ENFADO ALREDEDOR DE LA FAMILIA DE LA TELE

El silencio de RTVE aviva la frustración. Ni la dirección de la cadena ni los responsables de ‘La Familia de la Tele’ han aclarado por qué se da más importancia a un espacio de bajo impacto que a dos series que, sin duda, eran un valor a favor. En este sentido, las redes sociales estallan con etiquetas como #DevolvednosLosHorarios y #RTVEescucha.
El riesgo no es solo perder audiencia, sino también perder credibilidad. Los aficionados a ‘Valle Salvaje’ y ‘La Promesa’ han demostrado serlo, pero no tienen tanta paciencia. «Si esto continúa así, dejaré de verlas», avisa una seguidora en Change.org, donde empiezan a aparecer firmas para deshacer este cambio. La cadena tiene la oportunidad de rectificar el error, aunque el tiempo juega en su contra.
La alternativa parece evidente a partir de este momento: aislar el magazine y respawnear el horario fijo. En el caso de que ‘La Familia de la Tele’ tenga posibilidades de sobrevivir, sus posibilidades de hacerlo será a costa de hacerse fuerte de sus propios méritos. La televisión pública solo tiene que servir a la sociedad, y en este caso, la sociedad pide: claridad y respeto al espectador. Y si RTVE no hace acto de presencia de forma directa, el daño puede ser irreversible para su imagen.
La televisión pública debe servir al público, no a ensayos arriesgados. Tanto seguidores de ‘Valle Salvaje’ como los de ‘La Promesa’ no exigen gran cosa: nada más que la posibilidad de regresar al estado habitual que había antes de que ‘La Familia de la Tele’ entrara en sus tardes. Y si RTVE no hace acto de presencia muy pronto, puede que pierda más que sólo ratings: puede que la confianza de los espectadores. Y eso, en tiempos en los que las alternativas son infinitas, es un lujo que no se puede permitir.


















































































