Repsol se encuentra en la encrucijada ante las renovadas caídas en el precio del petróleo prosigue. El oro negro pone a prueba la resistencia psicológica de los 100 dólares por barril, un nivel no visto desde marzo de este año. El mercado entiende que habrá un parón económico e incluso recesión en los próximos 12 meses, un escenario que podría darse incluso más pronto que tarde debido a la fuerte incertidumbre y escasa visibilidad para los próximos seis meses.
La caída del oro negro podría dar una sensación de alivio a la inflación en este mes de julio, pero la realidad es que las materias primas están registrando recortes en el precio debido a la fortaleza del dólar, principal moneda utilizada en estos mercados. El billete verde se ha revalorizado contra el euro en las últimas jornadas y la paridad se da casi por hecha en los mercados. Por esta razón, el precio del barril cae, pero también por el temor a un frenazo económico. Así las cosas, la cotización del dólar ha aumentado a un ritmo más elevado que el precio del petróleo.
LA PARIDAD DEL DÓLAR CON EL EURO BENEFICIA EN PARTE A REPSOL
Esta renovada bajada en los precios del petróleo tendría que plasmarse en la próxima decisión de la Reserva Federal de Estados Unidos, alejándose de los duros golpes asestados hasta ahora, como en la última reunión. De esta forma, si el petróleo se sitúa en los 65 dólares como apunta Citigroup, la FED podría flexibilizar la nueva revalorización del dólar, suavizando los movimientos.
Este escenario para Repsol no invitaría al optimismo. Si finalmente se produce la caída de la demanda y la recesión, el precio del petróleo golpearía a la petrolera española. Y es que, el beneficio de la compañía del Ibex 35 se sustenta por los márgenes de refino, que se han multiplicado por 100 en el primer trimestre del año.
EL ORO NEGRO A 65 DÓLARES PRESIONARÍA LOS MÁRGENES DE REPSOL
Si los malos augurios de Citi se cumplieran, con un barril de oro negro a 65 dólares, para Repsol significaría una reducción importante de los márgenes, un hecho que comienza a descontar el mercado. En este sentido, la compañía del Ibex 35 pone a prueba su soporte clave de los 12,5 euros. En la jornada de este miércoles ha cerrado en el límite, en los 12,53.
La compañía de Antoni Brufau prosigue la estela bajista y no encuentra un suelo cómodo
Por segunda sesión consecutiva, la compañía de Antoni Brufau prosigue la estela bajista y no encuentra un suelo cómodo. Si bien, el nivel de los 12,5 es una gran muralla, que en caso de perforarse a la baja dejaría la puerta abierta a un ataque a los 11 euros por título. Y es que, las caídas se producen en un momento crucial, tras haber abonado el dividendo.

No obstante, antes de iniciar el movimiento bajista Repsol, Repsol tiene ante sí el soporte clave de los 11,42, un nivel que tardó en romper en mayo y que no es exclusivo en este 2022. Hace apenas dos meses, se enfrentó a este nivel para dar ahora con la posibilidad de volver a él, siempre y cuando el soporte actual se mantenga.
Los analistas de Deutsche Bank han elevado el precio objetivo de Repsol, con un consejo de compra, hasta los 16,8 euros, un 5% más respecto al anterior; y un 34% por encima de la cotización actual. RBC, por su parte, ha hecho lo propio, aunque con un potencial alcista del 31%.
LA MADRE DE TODAS LAS RECESIONES ACECHA
Por otro lado, Repsol ya no brilla como en los meses anteriores. Y es que, las nuevas caídas del petróleo han puesto en duda su valor refugio ante la inflación. La situación actual no es ni de lejos la de 2008, sino una mezcla de los peores temores de 1932, 1970, 2008 y 2020. Se dan numerosos factores que abren la posibilidad a una de las peores crisis, que algunos ya bautizan como «la madre de todas las recesiones».
Los ingredientes de este escenario combinan a la perfección en una receta única y que recuerda a los peores momentos anteriores a la II Guerra Mundial: codicia, una deuda en máximos históricos, flexibilidad monetaria, inflación galopante, diversas burbujas en varios sectores y una crisis social ante la escasez de energía y alimentos.
SIN CONSUMO, REPSOL TENDRÁ DIFÍCIL DAR SALIDA AL COMBUSTIBLE
Los bancos centrales están tratando de defender los frentes, pero las medidas han llegado más tarde de lo debido y con una fuerte incertidumbre sobre su eficacia. Y es que, subir los tipos de interés para combatir la espiral de precios podría dar paso a una contracción del consumo, pero sin retirar liquidez del sistema.
Para las empresas como Repsol, e incluso para las compañías cíclicas, el varapalo sería un golpe muy duro para la cotización. Y es que, si Estados Unidos tiene éxito en sus medidas estrangulará el consumo y el crédito. Es decir, por un lado detendrá el 70% de la economía y a uno de los principales sectores de la economía. Todo, con un mercado inmobiliario con precios superiores a los de la burbuja, pero debido a la escasez de vivienda. Este motivo ha provocado miles de despidos en el sector ante la falta de transacciones.