El mercado de los aditivos engorda sus ventas

La búsqueda de alimentos saludables y el objetivo de llevar una dieta más natural y equilibrada ha hecho que la venta de aditivos y complementos alimentarios se haya disparado. Según el Observatorio Sectorial DBK de Informa, en España el sector ha alcanzado una facturación de 500 millones de euros en 2017, lo que supone un 5% más que en el año anterior.

Desde el momento en el que se puso de moda en España la voluntad de cuidar la dieta alimenticia y de completarla con diferentes vitaminas, el mercado aditivo y de complementos comenzó a crecer de forma acelerada. Son los aditivos naturales los que están encaminando esta marcha, ya que se han dejado de tomar alimentos procesados con aditivos químicos. Sal, vinagre, aceite, pimienta, romero… son productos naturales que están disparando el mercado de aditivos.

La mitad de las ventas ya provienen de fuera de nuestras fronteras. La UE es el principal mercado

Gracias a la mejora del ambiente económico y de producción se han podido materializar nuevos aditivos y complementos multifuncionales que han sido muy bien valorados por los usuarios que buscan productos naturales para acabar con los artificiales. El crecimiento ha permitido una expansión de las empresas a mercados extranjeros.

El mercado principal siempre ha sido la Unión Europea, que se encuentra en el primer lugar del ranking, pero en los últimos años están tomando posiciones en África, América Latina o Asia. Ha sido una expansión tan importante que el 53% de los ingresos se derivó de rentas que provenían de fuera de España.

No suelen ser grandes empresas, sino que son pequeñas empresas que cuentan con accionistas españoles. Este factor ha dado pie a la gran concentración que se conoce en el mercado. Es más, en los últimos años se han firmado diferentes compras de empresas.

Hay un total de 150 empresas dedicadas a la fabricación o importación con un volumen de trabajadores que ronda las 1.350 personas. Con este contexto, se espera que el cierre de 2018 ronde un aumento del 4%. De esta forma en 2019 se alcanzarían los 535 millones de euros.

Diferentes tipos de aditivos

La funcionalidad de los aditivos alimentarios es la de mantener el producto en buen estado, ya sea para darle un sabor distinto o para retrasar su descomposición. A pesar de que muchas personas consideren lo contrario, es muy difícil mantenerse con comidas caseras, elaboradas completamente con ingredientes naturales. Resultaba complicado en la antigüedad y sigue siéndolo hoy en día, ya que hay alimentos que tienen una descomposición rápida.

bread 399286 1920 e1523615281706 Merca2.es
Diferentes tipos de panes con aditivos naturales como pipas. Foto: Pixabay

Hay multitud de aditivos, pero lo más conocidos son:

  • Aromatizantes: Como su propio nombre indica sirven para darle un olor al producto y no resulte insípido. La vainilla es uno de los más empleados de forma natural.
  • Colorantes: Una forma de darle color a la comida, es algo muy común en las salsas. El aditivo más utilizado es la remolacha.
  • Conservantes: Como ya se ha dicho con anterioridad, es necesario que la comida pueda mantenerse por un tiempo, sino, habría que ingerirla prácticamente al instante. Cuando no se conocían los productos químicos era muy común realizar esta conservación con sal y vinagre. También con aceite.
  • Antioxidantes: Estos ya no son solo un aditivo, sino que se han convertido, también, en un complejo vitamínico.

Mitos y verdades sobre los aditivos

Aunque muchas de las cosas que se dicen sobre ellos, sobre todo si hablamos de los químicos, son verdad, también hay que saber que hay declaraciones que son falsas.

Uno de los mitos más comunes es la prohibición de los colorantes en los alimentos. Está claro que esto no es cierto, siempre que sean naturales, ya que desde la prehistoria se utilizaban todo tipos de plantas para pigmentar el producto. Incluso había otras que se utilizaban como conservantes.

[td_block_11 custom_title=»» separator=»» post_ids=»58315″ limit=»1″ css=».vc_custom_1496993590403{border-top-width: 1px !important;border-right-width: 1px !important;border-bottom-width: 1px !important;border-left-width: 1px !important;padding-top: 5px !important;padding-right: 5px !important;padding-bottom: 5px !important;padding-left: 5px !important;border-left-color: #000000 !important;border-left-style: solid !important;border-right-color: #000000 !important;border-right-style: solid !important;border-top-color: #000000 !important;border-top-style: solid !important;border-bottom-color: #000000 !important;border-bottom-style: solid !important;border-radius: 4px !important;}» tdc_css=»»]

En segundo podemos hablar de la afirmación que dice que los aditivos alimentarios están prohibidos. Pues bien, claramente hay aditivos químicos que se han prohibido por su alto riesgo de consumo, pero hay que saber que existen más tipos de aditivos naturales de los que conocemos.

Podemos distinguir dos formas de añadir los aditivos: de forma directa e indirecta. Los directos se añaden al alimento con un propósito como los rellenos o condimentos. Y los indirectos sirven para el almacenamiento de los productos como la sal o el aceite.

Por último, se ha popularizado la idea de que los aditivos causan la hiperactividad infantil, pero esto es algo que no se ha podido comprobar con ningún tipo de estudio.