Javier Cárdenas y Nacho Escolar: solo puede quedar uno

Nacho Escolar tendrá que acudir a los tribunales. Y no solo para colgarse una medalla en el campo periodístico por la querella de Cristina Cifuentes. Sino para demostrar que El Diario no lidera una campaña para desprestigiar a Javier Cárdenas, cuyo show emitido en TVE ofrece muchas dudas en amplios sectores de la opinión pública. El origen de la demanda procede por un número inofensivo emitido por ‘Hora Punta’ en el que tres chicas en body participaban en un número de magia de Jorge Blass. Vertele, medio propiedad de El Diario que edita y dirige Nacho Escolar, publicó un reportaje sobre la repercusión en las redes sociales de la sección: «Nueva polémica de Cárdenas: mujeres en body por arte de magia en la televisión pública», titularon.
Pero para Cárdenas fue la gota que colmó el vaso. Y es que seis meses antes se había enzarzado contra una colaboradora del mismo medio, Barbijaputa, por según él descontextualizarle unas palabras sobre la protesta de un profesor de la Universidad de Santiago por la vestimenta de sus alumnas. Y la estrella de Europa FM arremetió contra El Diario desde las ondas: «Les vamos a poner la noticia por ejemplo de eldiario.es para ver qué les parece que ellos se hayan inventado que ardían las redes sociales cuando era mentira, porque Jorge Blass, el genial mago que actúa en el Teatro Poliorama de Barcelona, sacara en el programa a tres chicas con maillot. Son tres chicas bailarinas profesionales, hacen danza, que es como juraría que van las bailarinas».
Vertele negó que utilizase la manida expresión «arden las redes», pero Cárdenas creyó ver la mano de Nacho Escolar: «Claro que no se escandaliza nadie, es que lo hicieron solamente para hacer daño. Y se inventó la noticia de que las redes sociales habían ardido. Hay que tener poca vergüenza para engañar una vez más. Son los mismos que han difundido bulos sobre nosotros que eran mentira. Todo porque ese periódico nace de un partido político, y está politizado. Entonces tienes que decir lo que ellos quieren, en un alarde de libertad absoluta. El otro día, se inventa que las redes sociales habían ardido porque Jorge Blass, no yo eh, Jorge Blass saca a tres chicas que actúan en su espectáculo de magia. Y que el pasado sábado, yo fui al Teatro Poliorama a ver a Jorge Blass, estaba lleno de niños». Hay que recordar que El Diario fue fundado en 2012 y Podemos no nació hasta 2014, no existiendo entre medio y partido político ningún tipo de vinculación más allá de las coincidencias propias en materia ideológica que pueden existir entre un periódico y cualquier formación.
PRÓXIMA PARADA: TRIBUNALES
Cierto es que la controvertida labor de Javier Cárdenas ha conllevado que algunos le caricaturicen o la atribuyan polémicas irreales. Él ha atribuido en algunas ocasiones este tipo de polémicas a la competencia desleal, Prisa. O a la política, quizás porque él fue un vehemente defensor del constitucionalismo desde Barcelona: «Pero a ellos, que teóricamente han llegado a la política para dar un aire nuevo, les parece que hay que censurar a estas tres chicas con maillot que hicieron un número de baile. Y se inventaron que las redes sociales habían ardido, y en absoluto. Nadie dijo nada. Porque hay que estar muy enfermo para ver algo malo en que una bailarina lleve un maillot de baile».
Y añadía: «Es muy asqueroso eso. Sobre todo que diarios independentistas se sumen al carro de criticar eso. Nunca ha habido ningún escándalo en el programa de tele. Nunca. En la radio sí, porque vosotros os lo habéis inventado. Lo habéis manipulado. Pero en la tele no porque como hay imagen, no se puede manipular. Y les seguís el rollo en un acto de machismo y fascismo asqueroso, que es denunciar que en un programa de televisión, sea el que sea, pueden salir bailarinas a bailar porque van vestidas como bailarinas. Así que le vamos a enviar esta noticia, a ver qué dicen ellas sobre esto».
Según informa Vertele, los responsables de El Diario tendrán que vérselas en los tribunales en un acto de conciliación con el locutor, que exige que le pidan disculpas en público y una indemnización de 60.000 euros en concepto de responsabilidad civil derivada «de los daños y perjuicios causados».