IATA cuestiona la ‘ecotasa’ en Francia y advierte del riesgo para el empleo

La Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) ha cuestionado la decisión de Francia de implantar un impuesto ecológico a las aerolíneas. La asociación, que agrupa a las aerolíneas que mueven el 82% del tráfico mundial, ha calificado de «errónea» la ‘ecotasa’ y ha advertido de que su implantación perjudicará la economía y pondrá en riesgo nuevos empleos.

IATA ha censurado así la ‘ecotasa’ que Francia tiene previsto aplicar a los vuelos desde el país a partir de 2020 -excluyendo a los vuelos de tránsito- al considerar que perjudicará a un negocio que genera 100.000 millones de euros para la economía francesa.

Este impuesto ecológico pondrá en riesgo medio millón de nuevos empleos, según la patronal aérea

En esta misma línea, la principal patronal aérea ha alertado además de que este impuesto ecológico pondrá en riesgo medio millón de nuevos empleos «por la falta de competitividad de la avión francesa».

IATA ha recalcado además que la ‘ecotasa’, con la que Francia espera recaudar cerca de 180 millones de euros, no ayudará a la industria aeronáutica a invertir en combustibles y tecnología más limpios.

En este sentido, ha recordado que las aerolíneas han reducido las emisiones de dióxido de carbono por pasajero en un 50% desde 1990 y pagarán a partir de 2020.

El 81% de los franceses «no confía» en que el Gobierno invierta lo recaudado en acciones en favor del medio ambiente

Además, ha indicado que el 81% de los franceses «no confía» en que el Gobierno gaste lo recaudado en acciones favorables al medio ambiente y, en este sentido, ha indicado que trabajará para que el Ejecutivo francés «se responsabilice» en invertir lo recaudado en «acelerar la sostenibilidad de la aviación» y especialmente priorizando «un control de tráfico aéreo más eficiente y promoviendo combustibles sostenibles».

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La decisión de Francia se produce después de tener que echar atrás su propuesta de aumento del impuesto al diésel que provocó el alzamiento de los ‘chalecos amarillos’. Desde entonces se abrió el debate sobre la posibilidad de imponer tasas al consumo de queroseno a medida que lo hacía el tráfico aéreo.

El Gobierno de Emmanuel Macron busca con ello recaudar más y mantener su elevado gasto público, «uno de los más elevados del mundo como porcentaje de su población», apunta este analista. Se prevé en cualquier caso que se eliminen progresivamente los beneficios fiscales de los que ha gozado el combustible utilizado en camiones de transporte, otra medida para recaudar más dinero y acelerar la transición ecológica.

El impuesto planteado va desde los 1,50 euros en billetes de clase turista dentro de la Unión Europea (UE) (3 euros en destinos internacionales) hasta los 18 euros para los vuelos internacionales en primera clase o los 9 euros en clase preferente dentro de la zona comunitaria.