Dime dónde vives y te diré cómo pagas tus compras

Un establecimiento cualquiera en una ciudad determinada. A la hora de pagar, la famosa frase de “en efectivo o con tarjeta” sigue siendo la más usada, pero la ‘sorpresa’ que puede llevarse el dependiente o el camarero de turno es que la persona le pregunte si cuenta con un datáfono para poder pagar con su teléfono móvil.

La aparición de nuevos medios de pago está ahí: smartphone o tarjeta contactless, pago online, app móvil… Sin embargo, el efectivo sigue siendo la forma de pago más habitual de los españoles aunque no su preferida. Siete de cada diez prefiere los pagos electrónicos frente al efectivo en sus compras diarias. ¿Y por qué esta contradicción? Porque el efectivo sigue siendo la forma más aceptada, y porque el ciudadano de a pie sigue teniendo la percepción de que todavía hay ‘zancadillas’ al pago con métodos digitales o las tarjetas de crédito o débito.

Siete de cada diez prefiere los pagos electrónicos frente al efectivo en sus compras diarias.

Esta es la principal conclusión del primer Índice de Ciudades Cashless de Mastercard. En concreto, preferimos usar la tarjeta de crédito o débito (40,5%) antes que echar mano de la cartera o el monedero (28,7%), la tarjeta contactless (25,8%) o el pago móvil. Porcentajes que varían según las ciudades.

“El pago online es todavía muy pequeño pero crece a un ritmo superior al del pago por contactless”, afirma Alberto López, director de Pagos Digitales e Innovación de Mastercard España.

EN BARCELONA PREFIEREN EL CONTACTLESS

En el estudio de Mastercard, en el que se han recopilado las opiniones de 3.000 personas de diez ciudades (Madrid, Barcelona, Valencia, Bilbao, Sevilla, Murcia, Vigo, Palma de Mallorca, Zaragoza y Málaga), se pone de manifiesto que las diferencias entre ciudades son más que notables.

Por ejemplo, los barceloneses prefieren el contactless y el pago con un dispositivo móvil mientras que los murcianos se decantan más por el efectivo. Los bilbaínos, por su parte, son los que prefieren usar las tarjetas de crédito o débito de banda magnética a la par que son los que menos optan por las tarjetas contactless.

En el apartado de pago online, los malagueños están a la cabeza, mientras que los madrileños tienen la ventaja de ser la ciudad donde más se favorecen las transacciones a través de aplicaciones móviles. ¿Y quiénes son los que están más familiarizados con todas las formas de pago? Ni barceloneses, ni madrileños, ni valencianos. Son los vigueses. En el otro extremo de la balanza, los bilbaínos.

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Otro aspecto relevante del estudio de Mastercard es que, dependiendo de lo que compramos, y de dónde lo hacemos, pagamos de una manera u otra. Así, en el comercio y la restauración, es más fácil pagar sin efectivo en supermercados, restaurantes, cines o teatros. Todo lo contrario si el movimiento se hace para pagar por bienes de bajo importe o en máquinas vending.

Si hablamos de medios e infraestructuras de transporte, parkings y taxis, los medios electrónicos tienen una buena aceptación entre los usuarios, por delante de parquímetros, metro o autobuses.

“Muchos establecimientos aún mantienen restricciones al pago sin efectivo para pequeñas cantidades debido a la errónea creencia de que los pagos electrónicos conllevan altas comisiones”, asegura Paloma Real, directora general de Mastercard España. Nada más lejos de la realidad. Desde que las comisiones fueron reguladas en 2004, las mismas han bajado casi un 70%. También sucede lo contrario. Los usuarios, en ocasiones, no se atreven a pagar con tarjeta una barra de pan u otro bien de bajo precio.