La cárnica de Burger King vende más pero gana menos

Uno de los mejores momentos de nuestra historia en España. Así han calificado en Burger King el año 2018. No es para menos: abrieron más de 50 nuevos establecimientos (ya están por encima de los 780) y su crecimiento ha sido a doble dígito, por ejemplo.

Dicho de otra manera, Burger King España es el tercer mercado por número de establecimientos para la enseña, sólo por detrás de Estados Unidos y China. Fruto de ello, su número de empleados ha aumentado en un 55%.

A este crecimiento han contribuido los socios locales que tiene Burger King en España: Bimbo, Damm o Carpisa Foods. Esta última, con sede en la localidad madrileña de Griñón, es la proveedora de carne 100% vacuno de la multinacional norteamericana. En concreto, durante 2018, vendió 12 millones de kilos, lo que supuso un 16% más que un año antes.

Las ventas de Carpisa Food subieron un 19% en el último ejercicio auditado pero su beneficio cayó un 13%

Sin embargo, la compañía proveedora de Burger King de carne de vacuno viene sufriendo durante los últimos años una característica singular: vende más y más todos los años, pero su cifra de beneficio no sólo no se incrementa, sino que baja.

Un ejemplo, en 2017 (últimos datos disponibles), sus ventas crecieron un 19% alcanzando los 87,3 millones de euros. Un año antes habían sido de 73,3 millones, y en 2015, de 65,8 millones, según Insight View. Como puede apreciarse, la progresión es más que significativa.

Pero dicha progresión no ha seguido el mismo camino en lo que a beneficios se refiere. Porque esta magnitud se viene comportando con altibajos durante los últimos tres años. En 2017 fue de 1,03 millones de euros (cayó un 13,3%) ya que, en 2016, fue de 1,5 millones de euros; y en 2015, de 0,88 millones de euros.

BURGER KING NO ES EL ÚNICO CLIENTE

Retomando la carne de vacuno que se sirve en Burger King, Carpisa Foods achacó a la subida de los precios de la materia prima (que se inició a principios de 2017) la diferencia entre ventas y beneficios. Incremento que también tuvo como ‘protagonista’ a los piensos, que asimismo sufrieron su particular cuesta arriba.

Según los datos de Insight Wiew, su aprovisionamiento (la capacidad logística a través de la cual la compañía se provee de todo el material necesario para su adecuado funcionamiento) se disparó un 82%, pasando de los 58,4 millones en 2016 a los 72,3 millones en 2017. Eso se debió a que la enseña destinó 7 millones de euros a renovar sus instalaciones (16.000 metros cuadrados más) durante los dos años anteriores. En 2018, fueron cinco los millones de euros destinados a aumentar en un 50% la capacidad de producción de sus instalaciones.

Otro hecho relevante es que tiene problemas para cobrar: ha pasado de 9 a 14 millones de euros lo que le adeudan (entre sus clientes, además de Burger King, están Carrefour, DIA, Eroski, Alcampo, Simply, o El Corte Inglés, por ejemplo). Por lo que respecta a sus deudas, a largo plazo, tiene 3,5 millones de euros con las entidades de crédito, mientras que a corto plazo esa cantidad con la banca es de 8,3 millones de euros. Su plazo medio de cobro es de 54 días (por encima de los 45 días de la media del sector), y el de pago 68 días (en este caso, por debajo de los 85 días del sector).

Más de 2,5 millones de kilos tomates procedentes de Murcia, más de dos millones de kilos de lechuga de origen Navarra, aceite de Jaén o huevo de Aragón, fueron servidos en los establecimientos de Burger King en España. ¿Y las patatas? Su proveedor es McCain, y vienen desde tierras holandesas.