La parte oscura en la historia de Arriaga: firmas pantalla y baile societario

Toda historia de éxito tiene sus entresijos. Nada es casual ni fortuito y mucho menos viene por la gracia de Dios, por muy creyente que se sea. El relato de Arriaga Asociados ha calado como un caso de éxito, no es para menos, aunque también posee una parte mucho menos pulcra. Una porción que contiene, como en las mejores películas de espías, desde la creación de una firma de discotecas en Barcelona, un famoso delincuente y hasta tres sociedades pantalla en las que intervienen la mujer y el hermano del principal actor, Jesús María Ruiz de Arriaga. Aunque eso sí, mientras los demás exponen sus nombres el protagonista aparece impoluto. Una versión de superhéroe católico con pasado al servicio de la Iglesia.

La versión oficial, la que inculca la propia firma, relata que Arriaga Asociados nació en 2011. Por desgracia, la secuela de cuentas y cambios de organizativos de la compañía a las que ha tenido acceso Merca2 es un tanto distinta. En realidad, la constitución de lo que se conoce como Arriaga Asociados Asesoramiento Jurídico y Económico la llevó a cabo el condenado ‘crea empresas’, Ramón Cerdá Sanjuan. Con el que negoció la familia Arriaga para poder adquirir la empresa ya montada y con todos los papeles en perfecto estado.

Se trata de un famoso sujeto en el mundo empresarial, vinculado a más de 9.500 cargos en empresas, que se dedicaba «a la constitución de sociedades dormidas o latentes que, posteriormente, vende a terceros a cambio de pingües beneficios, creando un auténtico emporio-nido de sociedades», según la propia Fiscalía Anticorrupción. Cerdá ha estado involucrado en múltiples tramas que van desde los casos Marsans y Nueva Rumasa hasta el caso Nóos, pasando por la trama Gürtel y el caso Gowex.

Tampoco es totalmente correcto que la compañía naciera como un buffete, a no ser que el puesto de abogado abarcase actividades como la restauración o las discotecas barcelonesas. Así, la compañía como tal en sus inicios se dedicaba a la «explotación de servicios hoteleros, hosteleros, discotecas y otros relacionados con la restauración gastronómica y los espectáculos públicos». Todo cambia siete meses después, cuando entran, ya sí, los que todavía hoy son los dueños verdaderos de la firma: María Giuliana Mayuri (la esposa de Jesús María Ruiz de Arriaga) y Juan José Ruiz de Arriaga (hermano de nuestro abogado defensor y estrella televisiva).

DIMISIÓN DE UN CRIMINAL Y ASCENSO DE LA FAMILIA ARRIAGA

Además, es a finales de julio de 2013 (según pública el BOE) cuando se construye realmente lo que será la firma que en la actualidad es uno de los mayores bufetes de abogados del país. Primero, se propuso el cambio de denominación social pasando a llamarse Arriaga Asociados Asesoramiento Jurídico y Económico. En segundo lugar, el domicilio social pasa de Barcelona (CL Ravella num.12 P.BA) a Madrid (Paseo de las Delicias 30 2º) en lo que quizás se podría catalogar como un movimiento pionero antes de que otras muchas empresas lo hicieran tras la ruptura independentista. Podría ser.

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También se le otorgó un nuevo objeto social (más apropiado que el de gestionar discotecas para montar un bufete) que fue el de «la intermediación en la prestación de todo tipo de servicios jurídicos y económicos». Por último, no menos importante, desapareció el nombre de Ramón Cerdá Sanjuan como administrador único y lo asumió María Giuliana Mayuri. Prácticamente un año después se nombró a Juan José Ruiz de Arriaga como apoderado para blindar finalmente la propiedad de la firma. Aunque eso sí, la cosa iba tan bien que un año después se volvió a cambiar el domicilio social al Edificio Eurocentr a casi 24 euros el metro cuadrado. Acaso alguien podría pensar que se podía recibir a Iker Casillas en cualquier antro perdido en la capital, y es que la imagen lo es todo.

SOCIEDADES PANTALLAS PARA DIRIGIR ARRIAGA

Pero claro, una empresa del éxito de la que estamos hablando con una facturación en 2017, no está la de 2018, de 51 millones de euros y unos beneficios de siete dígitos es difícil de gestionar. También es muy cara fiscalmente. Por ello, se articula a través de otras tres sociedades holding que son accionistas de Arriaga Asociados, esto es que son las propietarias y destinatarias (en forma de dividendos) de los beneficios que obtenga el bufete. Casualmente, si tantas casualidades conjuntas pueden seguir llamándose así, los nombres que están detrás de las tres compañías son tanto María Giuliana Mayuri como Juan José Ruiz de Arriaga.

En concreto, la esposa aparece como administradora única de Sandoval Lake y Proyectos e Inversiones Colibrí. Por su parte, el hermano Arriaga aparece en Guara Proyectos. El papel de las sociedades anteriores no se conoce, tampoco se explica en profundidad. Aunque el Tribunal Supremo (en la Circular 1/2016) define a las sociedades instrumentales (o sociedades pantalla) como «las que se caracterizan por la ausencia de verdadera actividad, organización, infraestructura propia, patrimonio etc., utilizadas como herramientas del delito o para dificultar su investigación».

Unas características que curiosamente comparten las compañías que son las accionistas (dígase propietarias) de Arriaga. Así, por ejemplo, si nos remitimos a Sandoval Lake, que comparte domicilio con el bufete, tenemos como verdadera actividad una cifra de ventas de cero euros (se podría decir que hay ausencia o que la crisis les ha llegado antes de tiempo). Además, de un resultado del ejercicio negativo. Pero se debe decir que si hay un punto en el que tienen actividad, el de patrimonio neto, aunque es negativo (por valor de 33.801 euros). Por lo que la situación se asemeja a lo descrito por el Supremo, sin entrar desde está publicación a valorar si es necesariamente así. Además, la única partida relevante es la de «Deudas con empresas del grupo y asociadas a largo plazo» por valor casi de cinco millones.

Pedro Ruiz
Pedro Ruiz
Colaborador de MERCA2