Autocontrol desestima la reclamación por publicidad engañosa de Iberdrola contra Repsol

Repsol se acaba de apuntar una importante victoria en la ‘guerra del greenwashing que le enfrenta con Iberdrola. Autocontrol ha desestimado la reclamación presentada por la eléctrica, en la que acusaba a la petrolera de inducir a engaño a los consumidores con su publicidad de combustibles renovables. El organismo rechaza los argumentos de Iberdrola, condenándola al pago de las tasas del pleito.

EL ÁRBITRO DEL CONFLICTO

La Asociación para la Autorregulación de la Comunicación Comercial (Autocontrol) es el organismo independiente de vigilancia de la industria publicitaria en España. Avalada por el Gobierno de España como entidad legítima de resolución alternativa de litigios, forma parte del listado unificado de entidades acreditadas de la Comisión Europea (CE) y de la plataforma de resolución de litigios en línea establecida por la Unión Europea (UE).

El Jurado de la Publicidad de Autocontrol es el órgano interno encargado de resolver las reclamaciones recibidas en relación con comunicaciones comerciales. El 25% de sus miembros son designados por la Dirección General de Consumo y el resto es nombrado por la Junta Directiva de Autocontrol entre expertos independientes de los ámbitos jurídicos, comunicación y publicidad y por asociaciones de consumidores.

EL PLEITO ENTRE IBERDROLA Y REPSOL

Autocontrol ha sido uno de los escenarios de la batalla entre estos dos gigantes de la energía española. El pasado 19 de enero, Iberdrola presentó ante la sección primera del Jurado de la Publicidad una reclamación en relación con una publicidad difundida por Repsol en televisión, prensa e internet. En ésta, la petrolera dirigida por Josu Jon Imaz promocionaba sus nuevas ofertas de combustibles renovables.

La compañía reclamante acusaba a Repsol de publicidad engañosa, refiriéndose específicamente a las siguientes afirmaciones, presentes en los anuncios de la petrolera: «La calidad de Repsol ahora 100% renovable. A partir de residuos orgánicos. Ya disponible en más de 50 estaciones de servicio ya final de año en 600»; «Nuevos combustibles 100% renovables de Repsol».

La postura expresada por Iberdrola es que esta publicidad es engañosa o idónea para inducir a error, ya que genera la impresión de que toda la actividad y productos de Repsol son 100% renovables, cuando lo cierto es que la mayor parte de ellos son de origen fósil. Además, exponía que Repsol no cumple la directiva sobre promoción de energía de origen ‘verde’, en tanto que no facilita ninguna información que permita contrastar el carácter renovable de los productos anunciados.

REPSOL RESPONDIÓ A LAS ACUSACIONES DE IBERDROLA ALEGANDO QUE, PREVIAMENTE AL LANZAMIENTO DE LA CAMPAÑA PUBLICITARIA, SE DIRIGIÓ A AUTOCONTROL PARA QUE EVALUASE LOS CONTENIDOS, LOS CUALES FUERON AUTORIZADOS

Por último, Iberdrola denunciaba que la publicidad de Repsol da a entender que su nueva gama de combustibles son compatibles con cualquier tipo de vehículo de combustión, cuando, obviamente, no es así.

En su momento, la compañía reclamada presentó un escrito de respuesta ante Autocontrol, alegando que las acusaciones de Iberdrola se basaban en información incompleta y sacada de contexto; y replicando que los anuncios contenían todos los elementos pertinentes para la correcta información sobre las características de los productos. La petrolera agregó que, previamente al lanzamiento de la campaña, se había dirigido a la misma Autocontrol para que evaluase los contenidos de la misma, obteniendo un informe positivo.

AUTOCONTROL LE DA LA RAZÓN A REPSOL

Con estos antecedentes, Iberdrola lo tenía díficil para inclinar a su favor la balanza del Jurado, cuya resolución ha favorecido a la parte acusada. Autocontrol fundamenta su fallo desmontando las tres cuestiones principales a las que alude la reclamación.

En primer lugar, el organismo estima que la proclama «la calidad Repsol, ahora 100% renovable» viene acompañada de la afirmación «Ya disponibles en más de 50 estaciones de servicio y a final de año en 600», por lo que no se califica como renovable el conjunto de la actividad de la empresa, sino únicamente a una gama de combustibles.

EL JURADO DE LA PUBLICIDAD HA DESESTIMADO LAS ACUSACIONES DE IBERDROLA, CONSIDERANDO QUE NO HA APORTADO PRUEBA ALGUNA QUE DEMUESTRE EL CARÁCTER ENGAÑOSO DE LA PUBLICIDAD DE REPSOL

Este mismo razonamiento es aplicable a la segunda acusación de la eléctrica, consistente en que la publicidad da a entender que el 100% de los combustibles de Repsol son renovables. Por consiguiente, el organismo tampoco lo considera admisible.

Por último, Autocontrol explica que todas las piezas publicitarias incluyen el detalle de la página web o código QR donde encontrar información sobre el origen renovable de dichos combustibles, sin que Iberdrola haya aportado prueba alguna en contrario. La reclamante tampoco ha contrastado que los anuncios induzcan a los usuarios al error de creer que los carburantes son compatibles con cualquier vehículo.

ENFRENTAMIENTO ENRE DOS GRANDES DE LA ENERGÍA

A mediados de marzo, se conoció que Iberdrola había presentado una demanda contra Repsol en el Juzgado de lo Mercantil número 2 de Santander por «competencia desleal y publicidad engañosa», al considerar que había incurrido en greenwashing o blanqueo ecológico. El motivo de acudir al órgano de Justicia de la capital cántabra es que es allí donde tiene su sede Repsol Distribuidora de Electricidad y Gas, la filial de la petrolera que compite con Iberdrola en el mercado eléctrico.

Repsol

El escrito presentado contiene incriminaciones muy duras contra la petrolera dirigida por Josu Jon Imaz: la demanda sostiene que la oferta multiproducto de Repsol presenta una fachada de compromiso ‘verde’ que esconde un modelo de negocio basado en el uso de carburantes; y que la compañía recurre a una estrategia de engaños basada en un compromiso ecológico que no es tal.

La respuesta de Repsol no se hizo esperar y fue también contundente: la petrolera desdeñó las acusaciones como «carentes de fundamento», defendiendo que su estrategia y su propuesta de valor a los clientes «son únicas en la Península Ibérica y han generado nerviosismo en Iberdrola, una empresa que no está acostumbrada a manejarse en un marco competitivo, sino más bien a depender de las reglas propias de un mercado eminentemente regulado». Asimismo, señaló que la demanda no le fue notificada.