Adif da los primeros pasos para continuar la liberalización del tren

La competencia entre los tres operadores del tren en España ha sido todo un éxito, cumpliendo los deseos de bruselas de reducir los viajes a través en avión y vehículos particulares apostando por el tren, y la del Gobierno y Adif de bajar el precio de los pasajes al tener que apostar por ofertas y precios de ‘low cost’ para atraer a los viajeros que tienen más opciones tanto de operarios como de destinos.

Adif ha lanzado un cuestionario dirigido a las empresas ferroviarias interesadas en entrar en la red española y en competencia con Renfe, Iryo y Ouigo, lo que supone el inicio de la segunda fase de la liberalización del mercado ferroviario.

Con este cuestionario, que está disponible hasta el 15 de septiembre y se tramitará de forma confidencial, la empresa pública pretende recabar la opinión de los potenciales candidatos, así como comenzar a diseñar una nueva fase de apertura del mercado a la competencia, según ha anunciado en un comunicado.

En concreto, la consulta girará en torno a cuestiones como las rutas, frecuencias, paradas, ocupación estimada de los servicios y tiempo de rotación en las terminales, por el uso específico del túnel Atocha-Chamartín en ancho estándar o por los baipases de Madrid para servicios transversales. Asimismo, invitará a compartir información sobre las características del material rodante, número de plazas, su utilización en simple o doble composición y la velocidad máxima de los trenes.

La encuesta incluye también cuestiones como la posibilidad de ampliar los destinos; la cooperación entre empresas y el uso del sistema de códigos compartidos (como en el sector aéreo); la operativa de mantenimiento, incluyendo la posibilidad de implantar talleres propios; o las necesidades de carácter comercial en las estaciones, incluso compartiendo servicios con otros operadores o proveyéndose de ellos.

La primera fase de la liberalización abrió el mercado a tres operadoras, que compiten con cuatro marcas (incluyendo el Avlo de Renfe) en los tres corredores principales de alta velocidad, unos ejes que ya superan los niveles de tráfico prepandemia y que han incrementado la cuota modal frente a otros modos de transporte, con tarifas más competitivas que antes.

Las primeras empresas ganadoras de los surcos actuales se eligieron en noviembre de 2019. Entre las que quedaron fuera estaba una alianza entre Talgo, Globalia y el fondo Trilantic, la firma andaluza Eco Rail o otra unión entre Globalvía y Moventia.

«La segunda fase dinamizará la competencia, dando la oportunidad de incorporar al sistema ferroviario a más actores con una nueva oferta de capacidad que mantendrá similitudes con el proceso anterior, aunque incluirá hechos diferenciadores, ya que la situación de partida es distinta: el mercado español ha dejado de ser monopolístico, con tres empresas en operación; a lo que se suma el elevado interés por explotar otras líneas, tanto de las empresas que ya operan como de posibles nuevos entrantes», ha defendido Adif.

ADIF PUEDE CELEBRAR UNA PRIMERA FASE DE LIBERALIZACIÓN EXITOSA

Tras el obstáculo que significó la pandemia la liberalización ha servido como un imán perfecto para los viajeros que buscan opciones más accesibles que los aviones. Sumado a tiempos que en el alta velocidad pueden ser comparadas con los aviones, siempre y cuando se sumen los ya tradicionales tiempos de espera en el propio aeropuerto. Son pasos importantes que ha servido para darle una buena fama y a los trenes, que se suma a su llegada como opción internacional con la llegada del AVE con destino directo a Francia.

Por tanto, las expectativas de esta segunda etapa son bastante altos. Al mismo tiempo será interesante ver las nuevas estrategias de las nuevas empresas que puedan llegar dado que buena parte de las rutas parecen bastante ocupadas por los tres operadores, que además ya han captado usuarios fieles tras casi dos años de funcionamiento, pareciera complicado que los españoles saltaran de Ouigo o Iryo a uno de los recién llegados. Visto así quizás este sea justo el momento en el que algunas zonas consigan tener operadores que compitan con el Ave de Renfe.

Lo que es complicado es saber quienes conseguirán la aprobación para empezar a operar. Si bien los principales sospechosos pueden ser los que se quedaron por fuera de ese primer intento no sería extraño ver una sorpresa. Vale recordar que el sistema de alta velocidad español es, cuando menos, atractivo para los inversores después de todo es el segundo más largo del mundo y promete ser esencial para las conexiones ferroviarias en Europa.