Uber Eats se juega un nuevo conflicto laboral en el sector del reparto a domicilio por seguir los pasos de Glovo. La compaƱĆa amenazĆ³ con emular a la competencia y continuar con la contrataciĆ³n de falsos autĆ³nomos si la empresa de Ćscar Pierre supuestamente proseguĆa incumpliendo la ‘ley rider’.
Los representantes de los trabajadores acusan a la empresa con sede en San Francisco de Ā«contratar nuevamente repartidores falsos autĆ³nomos con la excusa de que Glovo continĆŗa infringiendo la ley y haciendo competencia deslealĀ». AsĆ lo ha afirmado CC OO de CataluƱa en un comunicado en el que carga contra la filial estadounidense de Uber.
UBER EATS SIGUE LA ESTELA DE GLOVO
En este caso, ha recordado los casos que afronta la empresa catalana comprada por Delivery Hero por el fraude a la Seguridad Social. Ā«Ha recibido sentencias judiciales en contra y sanciones de millones de eurosĀ», ha sostenido el sindicato.
En este sentido, ha denunciado la presunta Ā«vulneraciĆ³n de derechos de trabajadores y trabajadoras que tienen que ser contratados como asalariados dentro del RĆ©gimen General de la Seguridad Social en condiciones dignasĀ». Asimismo, tambiĆ©n ha cargado contra las Ā«condiciones en que se han contratado desde la entrada en vigor de la Ley RiderĀ». AsĆ, ha enumerado la contrataciĆ³n parcial y los horarios que impiden la conciliaciĆ³n, dos motivos que Ā«condenan los trabajadores y las trabajadoras a la precariedadĀ».
Para el sindicato, Uber Eats ha tratado de esquivar la nueva ley de los repartidores con la implementaciĆ³n de un nuevo modelo de autĆ³nomos. En este sentido, cree que esta forma de contrataciĆ³n va Ā«en detrimento de los derechos conseguidos por la laboralizaciĆ³n del sector, como son los contratos indefinidos, el derecho a las vacaciones retribuidas, la inclusiĆ³n a la Ley de Riesgos Laborales, el derecho a la baja mĆ©dica y baja por accidente laboral, el derecho a tener representaciĆ³n legal de los trabajadores y el derecho a la informaciĆ³n de los algoritmos que impactan en las condiciones laboralesĀ».
LOS SINDICATOS EXIGEN ACTUACIĆN A LA INSPECCIĆN DE TRABAJO
Por todo ello, la secciĆ³n catalana de Comisiones ha instado a la InspecciĆ³n de Trabajo a actuar con Ā«contundencia y celeridadĀ» contra Glovo y Uber Eats por un supuesto incumplimiento de la normativa vigente. A juicio del sindicato, tambiĆ©n es exigible a estas dos compaƱĆas lĆderes en el reparto a domicilio de la contrataciĆ³n con Ā«condiciones dignas, que garanticen a este colectivo mejorar sus condiciones de vidaĀ«.
TambiĆ©n ha exigido al Gobierno una Ā«modificaciĆ³n de la Ley de ExtranjerĆaĀ» que permita regularizar a los ‘riders’, puesto que una gran parte de este sector estĆ” conformado por trabajadores extranjeros que no tienen permiso de trabajo y se ven obligados a Ā«aceptar condiciones de trabajo inhumanas y abusivas de empresas que se aprovechen de su vulnerabilidadĀ».
Mientras siga asĆ, mantendrĆ”n una estrecha relaciĆ³n laboral, independientemente de si su factura la abona un restaurante o la propietaria de la aplicaciĆ³n
SegĆŗn Uber Eats, se hizo un Ā«gran esfuerzoĀ» para adaptar su modelo de negocio en un tiempo rĆ©cord. Ā«Para cumplir con la ley, optamos por la misma alternativa que la mayorĆa del sector del delivery espaƱol:Ā trabajar con flotas de mensajerĆa y logĆstica, que han contratado a miles de repartidores en toda EspaƱaĀ«, indicaron fuentes de la compaƱĆa a Merca2 hace apenas un mes.
El sector sufriĆ³ una conmociĆ³n con la entrada en vigor de la ‘ley rider’. Deliveroo dijo adiĆ³s, mientras Gorillas buscaba un inversor para continuar la actividad en EspaƱa. Sin embargo, las principales operadoras ya tenĆan consciencia de la realidad en EspaƱa. Todo se dejĆ³ en manos de Glovo y Uber Eats, que mantuvieron una inversiĆ³n constante en el paĆs. Frenar la inversiĆ³n en los dos Ćŗltimos aƱos era despedirse por completo de un negocio que da alegrĆas, si bien en el caso de Glovo su valor estaba sobredimensionado, tal y como se visualizĆ³ con la compra de Delivery Hero.
UN PULSO A LA MEDIDA ESTRELLA DE YOLANDA DĆAZ
De esta forma, la ‘ley rider’ no sĆ³lo ha dado un baƱo de realidad a las empresas con un equilibrio en su balance, sino que ha dado la oportunidad a las mĆ”s punteras de expandir el negocio. Por un lado, la competencia de Glovo y Uber Eats, cuyas inversiones han proseguido una vez aprobada la actual legislaciĆ³n, y por otra la incapacidad de asumir los costes laborales extras obligados por la nueva ley. AsĆ, el mĆ”s fuerte reina en las calles. Y es que, este es un negocio para pocos actores, pese a la intenciĆ³n de numerosas empresas de participar en este pastel.
Mientras tanto, el Gobierno parece dar la espalda a las peticiones de los trabajadores. Y es que, las empresas de reparto continĆŗan ofreciendo sus servicios con autĆ³nomos, bordeando la legalidad vigente, mientras los empleados continĆŗan tratando de dar el servicio porque de ello dependen sus ingresos. Y es que, a pesar de la flexibilidad laboral dada por las plataformas, la realidad es que sus servicios dependen de la aplicaciĆ³n tecnolĆ³gica. Ā«Mientras siga asĆ, mantendrĆ”n una estrecha relaciĆ³n laboral, independientemente de si su factura la abona un restaurante o la propietaria de la aplicaciĆ³nĀ», han seƱalado fuentes sindicales a este medio. Es por este motivo que las aplicaciones han echado el pulso al Gobierno y por ahora no hay consecuencias.
