sábado, 21 septiembre 2024

Volvo renuncia a su plan de ofrecer exclusivamente coches eléctricos para el cierre de la década

Volvo Cars, el fabricante sueco de automóviles de lujo y miembro del grupo chino Geely, ha abandonado su anterior objetivo de vender únicamente vehículos totalmente eléctricos para el final de la década. En su lugar, la compañía ha establecido una nueva meta más realista, buscando que entre el 90% y el 100% de su volumen de ventas globales para 2030 consista en vehículos electrificados, es decir, una combinación de modelos totalmente eléctricos (BEV) e híbridos enchufables (PHEV).

Este ajuste en sus ambiciones responde a diversos desafíos que ha enfrentado el mercado de la movilidad eléctrica. La disminución en la demanda de este tipo de vehículos, sumado a una implementación más lenta de la infraestructura de recarga y la retirada de incentivos gubernamentales en algunos mercados clave, han obligado a Volvo a reconsiderar su hoja de ruta hacia la electrificación total.

Volvo Apuesta por una Cartera Equilibrada

Para 2025, Volvo espera que el porcentaje de productos electrificados en su gama se sitúe entre el 50% y el 60%. Asimismo, antes de que acabe esta década, la marca avisa de que dispondrá de una gama completa de vehículos totalmente eléctricos, lo que le permitirá dar el salto a la electrificación total «cuando las condiciones del mercado sean adecuadas».

Así, Volvo se ha convertido en el último fabricante en dar marcha atrás en sus ambiciones más agresivas en materia de vehículos eléctricos, siguiendo los pasos de otros fabricantes como Mercedes-Benz y Volkswagen, quienes también han tenido que ajustar sus objetivos debido a circunstancias cambiantes.

Adaptación de Metas de Sostenibilidad

Como resultado de estos cambios en su estrategia de electrificación, Volvo también está actualizando sus ambiciones en materia de reducción de CO2. Para 2030, la empresa pretende haber reducido las emisiones de CO2 por automóvil entre un 65% y 75% en comparación con la base de referencia de 2018, en lugar del objetivo anterior del 75%.

Además, para 2025, Volvo aspira a una reducción del 30-35% respecto a la base de 2018, en lugar del objetivo anterior de una reducción del 40%. Estos ajustes reflejan los desafíos y cambios en el entorno de la movilidad sostenible.

A pesar de estos cambios, Volvo mantiene su compromiso a largo plazo de convertirse en una empresa de vehículos totalmente eléctricos y alcanzar cero emisiones netas de gases de efecto invernadero para 2040. La compañía confía en que, a medida que las condiciones del mercado evolucionen, podrá acelerar su transición hacia una movilidad completamente eléctrica.


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