Para muchas familias de “sangre azul”, vivir entre lujos y absoluta riqueza no lo es todo. Es así que existe una familia real que elige tener una vida lo más “normal” posible, ganando mil veces menos que la realeza británica. Estamos hablando de la familia real de Noruega.
La realeza noruega no disfruta de los lujos extremos, y lo más irónico es que dicho país es uno de los más ricos. ¿Puedes creer que esta familia real elige utilizar el transporte público?, pues en este artículo te contaremos por qué eligen ser la realeza más «pobre» de Europa.
La familia Real Noruega: la más pobre por elección propia
Es claro que cada familia elige la manera de llevar su día a día, pues la familia Real Noruega disfruta de parecer «una más» de su país, no dándole prioridad a los lujos ni las apariencias. Además, según reportes de un medio muy importante especializado en la realeza (la revista «Tatler») esta es la familia Real más ‘pobre’ de Europa.
La Casa de Glücksburg que reina en Noruega desde hace poco más de un siglo, sería la más humilde del Almanaque de Gotha (el directorio de las casas reales). Y además llama la atención la manera en la que esta Familia Real se muestra a menudo: vestidos casualmente, haciendo celebraciones familiares muy tranquilas, tomándose vacaciones familiares sin lujos; entre otras cosas.
La sencillez de los miembros de la Casa de Glücksburg
Tú solo imagínate estar escalando una montaña o haciendo una excursión familiar y cruzarte con esta familia: estamos seguros de que jamás te imaginarías que se trata de la familia de los reyes Harald y Sonia de Noruega.
Pues fueron ellos mismos quienes organizaron un viaje por su propio país y luego compartieron un álbum de las fotos familiares en su web oficial. En las postales podemos observar momentos de sus divertidas vacaciones que organizaron los reyes Harald y Sonia para sus hijos y nietos: los príncipes Haakon y Mette Marit con sus hijos, la princesa Ingrid y Sverre Magnus, y la princesa Marta Luisa con sus tres hijas, Maud Angelica, Leah Isadora y Emma Tallulah.
Básicamente asistieron a este viaje todos los miembros de la Casa de Glücksburg de Noruega, menos el príncipe Marius; el hijo que Mette Marit tuvo antes de su matrimonio con el Príncipe, pero él no es miembro de la Familia Real y ya lleva años viviendo de forma independiente y apostando por pasar desapercibido, tal y como su madre pidió para él.
