ÁVORIS, detrás del desastre en la gestión del turismo social de nuestros mayores

El programa de turismo social para personas mayores del IMSERSO, concebido como una iniciativa vital para el bienestar de este segmento de la población, se enfrenta a una crisis sin precedentes debido a las graves deficiencias en su gestión por parte de ÁVORIS, la empresa encargada de su ejecución. Lo que en un principio prometía ser una oportunidad para que nuestros mayores disfrutaran de momentos de esparcimiento y descanso, se ha convertido en una experiencia plagada de frustraciones, vulnerabilidad y decepción.

Las promesas incumplidas, los alojamientos de calidad inferior y los problemas en el transporte son solo la punta del iceberg de los numerosos inconvenientes que han dejado a los usuarios sumidos en una profunda insatisfacción.

Se roza el fraude ofreciendo hoteles de 2 estrellas

La propuesta inicial de ÁVORIS, que aseguraba alojamiento en hoteles de cuatro estrellas, ha resultado ser una falacia en la práctica. A pesar de que la empresa ofertó más del 99,5% de las estancias en hoteles de categoría de 4 estrellas según el Informe de Baremación de Ofertas para la Contratación de Servicios de Organización, Gestión y Ejecución del Programa de Turismo Social del IMSERSO para Personas Mayores, publicado en la plataforma de contratación del Estado, la realidad es que la mayoría de los hoteles utilizados son de 3 estrellas y, en algunos casos, incluso de 2 estrellas. Esta discrepancia entre lo prometido y lo entregado no solo incumple los términos contractuales, sino que también menoscaba gravemente la experiencia y la seguridad de los usuarios. En una etapa de la vida en la que el confort y la accesibilidad son esenciales, nuestros mayores se encuentran con servicios que no cumplen con las expectativas mínimas ni con las necesidades básicas de su bienestar.

Agotadores viajes de más de 500km en autobús

El transporte, otro pilar fundamental del programa, también ha sido objeto de severas críticas. Una gestión adecuada del mismo es esencial para garantizar la accesibilidad y la comodidad de los viajes organizados por el IMSERSO. Sin embargo, la gestión de ÁVORIS ha dejado mucho que desear, con la inclusión de barcos en las rutas de las islas, a pesar de las claras prohibiciones contractuales. Además, se ha observado una marcada preferencia por el uso excesivo de autocares, en detrimento de medios de transporte más rápidos y confortables como el AVE, que estaría disponible en varias de las rutas afectadas. Esta situación se agrava con la infrautilización de aeropuertos locales en provincias menores, lo que restringe severamente las opciones de viaje aéreo para muchos usuarios y limita su capacidad para seleccionar rutas más convenientes. Se han reportado casos donde se ha utilizado el autobús para cubrir distancias superiores a 500 kilómetros, una práctica que contradice el marco legal que rige estas actividades y que resulta en un desgaste innecesario y una incomodidad significativa para los pasajeros. A esto se suma la problemática de los horarios de trenes, donde se programan demasiadas salidas antes de las 08:00 a.m., mostrando una falta de consideración por las necesidades de los usuarios mayores, quienes podrían beneficiarse de horarios más adecuados a sus rutinas y necesidades. Estos errores en la planificación y gestión del transporte no solo afectan la calidad del servicio, sino que también reflejan una falta de alineación con las expectativas y el bienestar de los beneficiarios del programa.

Un programa anticuado y desconectado de nuestros mayores

Además de estos problemas operativos, se ha destacado una alarmante desconexión entre los servicios ofrecidos y las necesidades reales de los participantes del programa. En un momento en que los mayores buscan experiencias más enriquecedoras y diversas, el programa no ha evolucionado para satisfacer estas nuevas expectativas, dejando a los usuarios descontentos y desatendidos. Los beneficiarios actuales del programa del IMSERSO no solo buscan destinos de sol y playa; con un mejor estado físico y nuevas inquietudes, demandan experiencias más enriquecedoras y diversas. Sin embargo, la oferta de ÁVORIS es incapaz de atender a estas demandas y ajustarse a estas nuevas expectativas, resultando en una desconexión entre los servicios ofrecidos y las necesidades reales de los participantes.

Falta total de transparencia y rendición de cuentas deficitaria

La falta de transparencia en la gestión y la falta de rendición de cuentas por parte de ÁVORIS también han sido motivo de preocupación. La opacidad en la gestión y la dificultad para verificar el cumplimiento de los estándares establecidos han generado dudas sobre la eficacia y la integridad de la empresa.

Así, el programa de turismo social para personas mayores en España, gestionado por ÁVORIS, se encuentra en una crisis sin precedentes debido a graves deficiencias en su ejecución. Las promesas incumplidas, la baja calidad de alojamiento, los problemas en el transporte y la desconexión con las necesidades reales de los usuarios han generado profunda insatisfacción y vulnerabilidad. La falta de transparencia y rendición de cuentas agrava aún más la situación. Frente a esta situación, es urgente que se tomen medidas para abordar las deficiencias identificadas y restaurar la confianza en el programa. ÁVORIS debe rendir cuentas por sus acciones y garantizar que los fondos públicos se utilicen de manera efectiva y responsable. Los mayores de España merecen disfrutar de viajes recreativos de calidad, y es responsabilidad de todos asegurar que esto se cumpla.